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«Cada vez es más difícil oír voces críticas»

«Soy hipocondriaco, pero no vivo en la melancolía», dice
«Soy hipocondriaco, pero no vivo en la melancolía», dicelarazon

-Presenta hoy su libro «Hablando solo. Poesía reunida» (Sial Ediciones). ¿Habla mucho solo?-Sí, desde siempre. Hablo solo hasta en voz alta.-¿Y qué le dice su otro yo?-Me dice verdades que no me gustan. Suele tener razón el otro.-Como si fuera su mujer. Y cuando habla solo, ¿habla con alguien inteligente?-Creo que sí. Más que inteligente, diría sensato, coherente. Coherencia es mi palabra preferida.-Usted es de los que ya se han encontrado a sí mismos o...-Me he encontrado a mí mismo siete u ocho veces.-Yo me encontré una vez y salí corriendo...-Yo también. Es que no hay que buscarse. Hay que perderse.-Periodista poeta. No sé si son términos antagónicos...-Creo que no. Raúl del Pozo escribe poesía, y ahí estaban Umbral, Vázquez Montalbán... Pero es difícil ver el periodismo con ojos de poeta, porque la realidad es grosera y se corre el riesgo de caer en la cursilería.-Dijo una vez, hablando de periodismo, que vivimos bajo el síndrome gris de los mediocres...-Lo mantengo, pero la mediocridad está en todo. Vivimos tiempos mediocres, de intelectuales «light», de pensamiento «light».-Los intelectuales parecen cómodos recostados en el poder...-Sí, cada vez es más difícil encontrar, oír voces críticas.-Dice Caballero Bonald que con el tiempo se ha hecho más desobediente...-Yo también. El tiempo, la edad, te dan libertad. Todo te da igual. No me compensa decir lo que me manden. Es como dejar de fumar, ¿para qué si me quedan quince años o así?-La periodista Helen Tohmas, veterana de la Casa Blanca, dice: «Los presidentes deben ser cuestionados a menudo y de forma irreverente». Aquí parece que sólo Sarkozy es irreverente con ZP...-Sí. El problema es que, como siempre, estamos divididos en reverentes e irreverentes. Éste es un país dicotómico.-¿Se puede ser de izquierdas y decir que ZP lo hace mal?-Se debe decir. La izquierda debe ser autocrítica, pero ha perdido esa capacidad. Ha sido laminada por y para estar en el poder.-¿Vive entre la melancolía y la depresión, como Eduardo Arroyo?-Es tentador decirle que sí, pero no sería cierto. Soy hipocondríaco, pero no vivo en la melancolía.-Dijo una vez: «Soy como la Armada española, que ha logrado las más hermosa frases y las más grandes derrotas».-También es tentador decirle que soy un perdedor nato, pero no lo soy. Soy un sorprendido nato. Todo lo que creía importante no lo es tanto.-Dice que es contertulio de programas «en los que no hay que chillar»...-Lo he logrado rechazando lo que no merece la pena. Decir «no» es un lujo que me he permitido hasta cuando no podía permitirme ningún lujo.-Algunos creen que es un tipo triste...-Doy esa imagen, pero no soy un tipo triste esencialmente.-Lo sé: no es triste, es que habla bajito.