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Chicago se traslada a Madrid por una noche

La Razón
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Madrid- Los norteamericanos tomaron anoche Madrid. Y no una, sino tres veces. Tres fiestas distintas en la capital de España que, por una vez, no protagonizaban los propios del lugar. Primero fueron los partidarios del candidato demócrata, Barack Obama, los que abrieron el fuego en el Círculo de Bellas Artes. Prácticamente en paralelo, los republicanos reunían a apenas doscientos metros, en el «Hard Rock Cafe», a su legión de seguidores. Después los fieles de John McCain se pasaron a la tercera fiesta, que organizaba en Casa de América la Embajada de Estados Unidos. A las once de la noche desfilaba por dicho festejo la plana mayor de la política española. La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, las dirigentes socialistas Leire Pajín y Elena Valenciano, y los representantes del PP Esteban González Pons y Jorge Moragas fueron algunos de los que se dejaron caer. De Bono a López Garrido El presidente del Congreso, José Bono, encabezó una larga lista de diputados y senadores de todos los partidos. Los secretarios de Estado de Exteriores y para la Unión Europea, Ángel Lossada y Diego López Garrido, respectivamente, también acudieron a la fiesta. El presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán; embajadores de países como Italia y Georgia; el ex jefe del Estado Mayor de la Defensa, Félix Sanz Roldán; y el jefe del Estado Mayor de la Armada, el almirante general Manuel Rebollo, fueron otros de los presentes en la Casa de América. El embajador de Estados Unidos, Eduardo Aguirre, tomó la palabra al inicio de la noche para agradecer la asistencia y asegurar que las elecciones de su país serían «históricas» ganara quien ganara por muchas circunstancias. Pasada la una de la madrugada, se escuchaban por los altavoces del recinto las preguntas del «trivial» que había organizado la legación sobre la historia de EE UU. Un concurso en el que se trataba de premiar al más acertado con una botella de vino de California y un paquete «six pack» -un clásico norteamericano- de cerveza «Budweiser». Preguntas del calibre de «¿Cuántos presidentes fueron antes vicepresidentes?» animaron el festejo en el que también se desarrolló, al mismo tiempo, un simulacro de votación cuyo resultado fue de 94 votos a favor de Obama contra 57 de McCain. Además de políticos hubo también un nutrido grupo de caras conocidas, como Álvaro de Marichalar, quien afirmó rotundo a LA RAZÓN que «voy con Obama, tiene mucho sentido común y en los debates lo ha demostrado claramente. Ésta es una elección muy importante y yo, que conozco el país porque estudié allí, sé que Obama va a venir muy bien a EE UU y al resto del mundo. Es tranquilo y capaz». El embajador Aguirre aseguró que «el indiscutible ganador de las elecciones presidenciales es el pueblo estadounidense por su comportamiento democrático y su masiva participación». A su lado, una par de jóvenes estadounidenses residentes en Madrid, reconocían que, pese a ser sus segundos comicios, «es la primera vez que es importante participar. Antes éramos apáticas. Por ejemplo, mi estado, Kansas, es tradicionalmente republicano y, aun así, he enviado mi papeleta demócrata por correo».