Cien por cien natural

Dirección y guión: Luc Jacquet. Intérpretes: Bertille Nöel-Bruneau e Isabelle Carré (Narradora). Fotografía: Eric Dumage y Gérard Simon. Duración: 92 minutos. Francia, 2007. Drama. Si el bueno de Alfred Hitchcock levantara la cabeza, seguramente volvería a morirse del susto después de ver la película realizada por Luc Jacquet (autor, asimismo, de la notable y emotiva «El viaje del emperador»), y no me refiero a que la misma carezca de mérito, sino porque los dos únicos protagonistas de tan arriesgada y atípica producción francesa sin efectos especiales ni bullas que se le parezcan son una chica de diez años (primera regla: no rodar con niños bajo ningún concepto) y un zorro (segunda pero no menos importante: ni con perros, e, imagino que por extensión, con ningún miembro de la raza canina. De la tercera sobre Charles Laughton hablaremos en otra momento, que no viene al caso). Pertrechado, pues, con un par de inocentes personajes envueltos por una naturaleza en ocasiones amenazadora que transmuta y respira, Jacquet evoca un capítulo de su infancia para narrar esta historia de amor y hechizo. Los cambios de estaciones se suceden, el tiempo no pasa, sino que resbala sobre las piedras del río, mientras el espectador descubre cómo la relación entre ambos personajes los marca quizá para siempre. Ojalá los menores soltaran de vez en cuando la play station para descubrir que hay vida tras el último nivel.