Cataluña

Cincuenta trasvases del Ebro al mar

Desde la derogación del PHN en 2004, cerca de 50.000 hectómetros cúbicos de agua dulce han llegado al Mediterráneo, mientras la desalación del Programa Agua sigue sin arrancar

Cincuenta trasvases del Ebro al mar
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El Ebro ha vertido al mar unos 50.000 hectómetros cúbicos de agua –el equivalente a 50 trasvases de 1.000 hectómetros cúbicos cada uno de ellos– a una media de entre 8.000 y 12.000 al año, según los cálculos expresados ayer el portavoz del Partido Popular (PP) en la Región, José Antonio Ruiz Vivo, quien el martes criticó al secretario general del PSRM-PSOE, Pedro Saura, en el quinto aniversario desde que los socialistas murcianos votaron en contra del Plan Hidrológico Nacional (PHN) en 2005 y el consiguiente trasvase del Ebro –del que recordó que se desborda periódicamente y que permite trasvases a Cataluña, pero no al resto del Levante–. No son cifras baladíes. Numerosos medios se han hecho eco en los últimos años de las cantidades que el Ebro ha ido vertiendo al mar sin que el agua pueda ser aprovechada para consumo humano, regadío u otros usos. Por ejemplo, el pasado día 5 de febrero un periódico aragonés publicó que, en una semana, el río había vertido al Mediterráneo 590 hectómetros cúbicos, a un ritmo de entre 900 y 1.200 metros cúbicos por segundo, e incluso se decía que la media mensual era de entre 300 y 500 metros cúbicos por segundo.Quizás teniendo en cuenta dichas cifras, el Grupo Municipal Socialista de Archena respaldó ayer la propuesta del Grupo Popular de pedir al Gobierno central que reactive el trasvase del Ebro, ya que, según dicen los socialistas archeneros y al contrario de lo que apoya el PSOE murciano –que sólo aboga por el Tajo–, «ésta sería la solución definitiva a los problemas del Levante en general y de la Región de Murcia en particular».El alcalde de Archena, Manuel Marcos Sánchez, aseguró que la derogación del PHN fue una «decisión negativa que inició una época negra y nefasta» para la comunidad autónoma, al tiempo que lamentó que no se haya tomado «ninguna medida nueva en cinco años» y que, además, esa política haya «abonado el terreno para una derogación del trasvase Tajo-Segura» –en relación a la posible caducidad del acueducto en 2015 si prospera la reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha.La desaladora de San PedroEntre esas medidas que no se han tomado en cinco años, según Sánchez, están incluidas las desaladoras, pues, además del perjuicio medioambiental que ocasionan, algunas de ellas no se han llegado a poner en marcha, o, si lo han hecho, ha sido tarde y mal. Baste recordar, sin ir más lejos, que el 26 de julio de 2007, la entonces ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, inauguró por séptima vez la desaladora de San Pedro del Pinatar, una de las actuaciones recogidas en el Plan Agua, tantas veces denostado por el PP.Tampoco los regantes consideran que la desalación sea la solución final, sino sólo complementaria a los trasvases.