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Con Luis

La Razón
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En Almería, un pésimo Real Madrid. Partido detestable. Sospecho que cada día que pasa entiendo menos de fútbol. Mi gran amigo y jefe de Deportes de LA RAZÓN, Julián Redondo, le concede a Raúl un «2» de nota, es decir, un notable. Y en «El Mundo», Jesús Alcaide coincide con Julián.

A partir de ahora mi futuro como comentarista de deportes está en las canicas sobre grava, la petanca y el salto de trampolín en piscina vacía. Porque, sin animosidad ninguna por mi parte, me atrevo a asegurarles –después de pedir perdón, claro está–, que Raúl jugó fatal contra el Almería. Otros lo hicieron peor, de acuerdo, pero ello no justifica tan alta nota.

Raúl vuelve a estar perdido y no tiene velocidad. Raúl, que no pongo en duda mantiene el espíritu del Real Madrid, lucha con heroísmo y coraje contra su declive, pero ahí está el declive, que no le deja en paz.

Y Raúl, con todo el respeto que me merece un futbolista honrado a carta cabal, no está en condicio- nes para ser seleccionado por Luis Aragonés. Se ha sacado de quicio el asunto y, para mí, sólo para mí, que no para la mayoría, Luis acierta prescindiendo de él, aunque nos oculte los motivos extradeportivos que sobrevuelan su decisión.