Grupos

De la amistad y el sexo de Marina Castaño

De la amistad y el sexo de Marina Castaño
De la amistad y el sexo de Marina Castañolarazon

Me acuerdo de aquella película «La boda de mi mejor amigo», en que la relación amorosa acabó en una relación de amistad… pero no del todo. Dicen que donde hubo fuego, quedan rescoldos, y no siempre ocurre que de un profundo amor la cosa se transforme en una bonita amistad, aunque a veces, sí. ¿Qué ocurre entonces? Existen dos posibilidades: que sólo exista eso, una bonita amistad, o que, además, de cuando en cuando haya un magnífico «revival, sin más, sin compromiso alguno y como un acuerdo tácito entre ambas partes. También sin ningún sufrimiento ni sombra alguna que pueda empañar ni dañar esa magnífica complicidad. Se trata tan sólo de cuestiones entre mentes sanas, con una filosofía amplia del sexo y del amor. Y es que las amistades, incluso las que existen sin relaciones sentimentales previas, generan una serie de afectos tan intensos que se llegan a entremezclar con la pasión, pero no se deben confundir otras sensaciones para que nada se deteriore. Un buen amigo nos proporciona respeto, lealtad y confidencialidad, y dentro de esta relación el sexo suele estar negado, pero cuando el contacto es tan intenso a veces ocurre lo inevitable, aunque más tarde se presente un pensamiento de culpabilidad o de miedo a que esos sentimientos se transformen, aunque lo cierto es que esa espontaneidad repentina puede redefinir la relación, para bien o para mal, afianzándola o alejándola. Ahí está el riesgo.