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El año más difícil de Nadal

La Razón
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Madrid- Rafa Nadal se va a comer las uvas en Chennai. El torneo indio es su primera cita del año y allí debutará mañana ante un francés de 22 años, Mathieu Montcourt. Será el primer capítulo de su temporada más complicada. Los retos se multiplican. Tiene que defender el número dos del mundo y seguir incomodando a Roger Federer. Vuelve el reto de la Copa Davis con la primera eliminatoria en Perú y en verano, en Pekín, vivirá su primera experiencia olímpica en busca de su gran sueño, el oro en los Juegos. Todo ello con la sombra de sus problemas físicos, aunque Toni Nadal no quiera saber nada de eso en vísperas del estreno en 2008. «No me preocupa. Está bien y en buenas manos, tratado por unos buenos médicos», comenta su tío sobre un tema tan espinoso.

Nadal y su entorno comenzaron el trabajo para la nueva temporada el 4 de diciembre. Después de un viaje con su familia a Egipto, Rafa ha dedicado al tenis una media de seis horas diarias salvo aquellas jornadas en las que los compromisos publicitarios se lo impedían. Después de más de tres semanas de entrenamientos, el nuevo Rafa es una versión mejorada del de 2007. El gran objetivo sigue siendo ser más agresivo para recortar los puntos y que el desgaste físico sea menor. «Hemos hecho sesiones para practicar saques, restos y voleas. No se trata de mejorar simplemente en la potencia y la colocación del servicio, hay que buscar una continuidad para que tenga un arma más a la que recurrir en los momentos complicados», relata Toni. No se trata de cambiar su estilo de juego, sino de evolucionarlo para que su confianza en la pista siga siendo una de sus mejores armas, según su tío.

Toni Nadal no se fija objetivos y fechas concretas en relación al resto de raquetas del circuito. No hay obsesión por Federer y tampoco por los perseguidores de Rafa. «Estamos preparados para acosar a Roger, pero también para defender el número dos porque hay muchos tenistas que lo persiguen. A decir verdad, me preocupan mucho más que Federer los que vienen de atrás. Los Murray, los Djokovic, los Gasquet... Hay mucha gente que querría estar en nuestro lugar», según el entrenador de Nadal.

«La complicación de este año es que Rafa tiene que defender todo lo hecho hasta ahora y eso siempre es complicado», dice Toni. Esa defensa incluye muchos retos. Entre ellos ratificar su condición de mejor jugador del mundo en tierra batida con un calendario que es una locura y que los jugadores no se cansan de denunciar. «La concentración de torneos es exagerada, pero así está montado», comenta el técnico. El calendario de Nadal no está cerrado, pero hay varias condiciones seguras. A pesar de que jugar en tierra le castiga menos físicamente y le serviría para sumar más puntos, no habrá gira suramericana. Los torneos de Acapulco y Buenos Aires no contarán con Nadal. A cambio, después de Australia y la primera eliminatoria de la Copa Davis viajará a Rotterdam, Dubai e Indian Wells. Los dos primeros torneos se han convertido en una gran fuente de ingresos (Dubai paga a Nadal y Federer un millón de dólares por cabeza sólo por jugar) para los mejores jugadores del circuito.

Luego llegará la campaña europea de tierra batida. La obligación de defender muchos puntos supondrá partidos y desgaste antes de la mini-temporada en hierba. Superado Wimbledon, todo se centrará en los Juegos que se celebran en agosto. Rafa lleva meses soñando con la posibilidad de ser olímpico y en 2008 Pekín es tan o más importante que un «Grand Slam». El problema es que Federer piensa lo mismo.