Badajoz

El Gobierno prepara medidas sociales para compensar el cierre de Garoña

Los trabajadores de la central nuclear no quieren «ninguna medida social», sino «seguir diez años más».

Trabajadores de Garoña, ayer, frente a La Moncloa, donde pidieron una reunión urgente con Zapatero
Trabajadores de Garoña, ayer, frente a La Moncloa, donde pidieron una reunión urgente con Zapaterolarazon

MADRID- El Gobierno prepara un paquete de «medidas sociales» para paliar el posible cierre de la central nuclear de Garoña (Burgos), cuyo futuro se conocerá el próximo viernes, último día laborable dentro de plazo, que vence el siguiente domingo, 5 de julio, según confirmaron a La Razón fuentes del Ejecutivo. La decisión sobre su clausura o eventual prórroga a dos, cuatro, seis o diez años –opción esta última que recomienda el Consejo de Seguridad Nuclear– emanará de una orden ministerial, ya que legalmente no es necesaria la aprobación del Consejo de Ministros, informaron las fuentes.Informe socioeconómicoNo obstante, el titular de Industria, Miguel Sebastián, presentará, en la reunión semanal que los máximos representantes del Gobierno celebran los viernes, un completo informe sobre el futuro de la planta eléctrica, de la que dependen directamente al menos 600 familias, y su entorno socio-económico, informa Efe.Las reacciones al anuncio no se hicieron esperar. Elías Fernández, portavoz de Nuclenor –empresa propietaria de la instalación–, aseguró que «no queremos ninguna medida social, sino seguir diez años más». El representante recordó que otras zonas afectadas en el pasado por el cierre de centrales, como Almonacid de Zorita (Guadalajara) o Valdecaballeros (Badajoz), también recibieron «grandes promesas» que «se quedaron en nada».Desde el Palacio de La Moncloa, la vicepresidenta del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega, prometió que «ningún trabajador» de la planta «quedará desprotegido», mientras a las puertas del complejo presidencial cuatro centenares de trabajadores de Garoña y otras centrales se manifestaban contra la eventual clausura, al tiempo que solicitaban una «reunión urgente» con Zapatero para exponerle su postura.La supervisora de la sala de control de la planta, Cristina Herrero, señaló que representantes del gabinete del presidente dijeron que la decisión «es muy difícil» y que el Gobierno «continúa estudiando los informes técnicos».