Instituto Cervantes
«El hombre del consenso»
CÉSAR ANTONIO MOLINA / Ex ministro de CULTURA S
Llegó al Ministerio de Cultura cuando pillaron a los piratas del Odissey, cuando descubrieron que alguien se llevaba mapas de la Biblioteca Nacional y cuando el Reina Sofía perdía su crédito en el mundo del arte. La carta de presentación fue implacable: le ha hecho la vida imposible a los cazatesoros, destituyó a Rosa Regàs por retirarse a sus aposentos mientras le robaban libros y aprobó el Código de Buenas Prácticas para evitar que echasen al director de un gran museo cada vez que cambia el ministro. Luego fue administrando las pocas competencias que le quedan al Ministerio de Cultura de manera muy sobria, incluso con gesto adusto, sin mucho miramiento al ombliguismo de los artistas. Carácter es destino. Quiso gestionar toda la política cultural española en el exterior y perdió la batalla. Él, que es poeta, no se entendió con el mundo del cine, guardián de las esencias de Zapatero. Siempre les pareció poco de izquierdas.
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