El novio de la tía de la niña asesinada se entrega a la Policía

madrid- El presunto asesino de la joven dominicana de 12 años María de las Mercedes, que falleció apuñalada en su propio domicilio de Vallecas el pasado sábado., se entregó ayer en una comisaría de Zaragoza.Como sospechaba la familia desde el principio, y en consecuencia, la Policía, el presunto culpable del brutal crimen es un joven que vivía en la misma casa y al que al parecer unía una relación sentimental con Victoria, una de las dos hermanas (de un total de 4) de la madre que residen en Madrid. Se trata de Larquin Rodríguez Novoa, también dominicano, de 29 años y con residencia legal en España, que llevaba varios años en el país y al que, según las primeras informaciones, no tiene antecedentes penales. Actualmente se encontraba sin trabajo, como confirmaron fuentes de la familia. Fue él el «joven moreno y alto» que describían los testigos del crimen de la calle Pico Cejo. Tras huir, viajó hasta Zaragoza, donde al parecer tenía familiares y amigos, pero algo le debió convencer de que todo estaba perdido y en cuanto llegó corrió a entregarse en la comisaría más cercana, la de Delicias, a pocos minutos a pie de la estación de tren de la ciudad de El Pilar.Fuentes cercanas a la investigación apuntan a que la hipótesis de un posible intento de agresión sexual frustrado seguido del asesinato de la menor ha ido cobrando fuerza en las últimas horas, si bien los agentes del grupo V de homicidios volverán a interrogar al detenido en busca de una confirmación del móvil de un crimen que muchos no alcanzan a comprender.La familia, que se enteró de la detención a primera hora por las televisiones y luego la vio confirmada por la Policía, sigue perpleja y sin comprender, como decía la tía de Mercedes, Lucía «como alguien puede hacerle algo así a una niña».Acogido en familiaFue la misma familia, que llevaba en la casa de Vallecas apenas medio mes, la que acogió al hombre, debido a la relación que lo unía con la tía de la asesinada y a que se encontraba buscando labor y alojamiento. Al parecer, tenía contactos en Zaragoza, y por eso huyó hacia allí. Cuando se entregó y confesó que se le buscaba por el crimen, los policías comprobaron en las bases de datos que efectivamente pesaba sobre el individuo una orden de busca y captura como autor del homicidio de la niña dominicana.Después de ponerse en contacto con los miembros de la Brigada de Policía Judicial de Madrid para informar de que se encontraba allí, el asesino fue trasladado a la Jefatura Superior de Policía de Aragón, donde se encuentra a la espera de que se le practiquen el resto de diligencias policiales.Quedó entonces en manos del juez instructor del caso decidir su traslado a Madrid o bien que los integrantes del grupo de homicidios de la policía de Madrid que investigan lo ocurrido viajen a Zaragoza con el fin de instruir las diligencias, que parece ser lo que se hará finalmente, a lo largo del día de hoy.

«Habíamos metido al asesino en casa»Una niña «más que normal», discreta, tranquila, formal y bastante recluida en casa ya que su madre estaba fuera de casa gran parte del tiempo debido a su trabajo en una residencia de ancianos. Cuando no estaba en casa, normalmente estaba en el colegio, en la zona de Antón Martín, donde también había demostrado ser una niña estudiosa y que no creaba problema alguno. Cuando la madre volvía «no se despegaba de ella». Era su apoyo, lejos del país de origen y de las dos otras hijas, más mayores, que quedaron en la República Dominicana. Así la describe Lucía, una de sus tías, que también reconoce que «había algo» entre el presunto asesino y su otra hermana, Victoria. Un «novio», o lo que fuere, que terminó siendo el enemigo en casa. Y es que la madre de la menor le había alquilado una habitación en el piso. «Queremos aclarar que no ha sido el padrastro, una gran persona que ha sido un padre para ella... ha sido este otro individuo y no entendemos porqué».