Transporte por carretera
El nuevo impuesto de matriculación no logrará por sí solo reducir la contaminación
La entrada en vigor el 1 de enero de la nueva fiscalidad del automóvil, ligada a las emisiones de CO2 de los automóviles, no logrará «por sí sola» una disminución efectiva de la contaminación atmosférica si no va ligada al mismo tiempo a un programa que incentive la retirada de los vehículos más contaminantes, según recoge un estudio elaborado por el profesor Juan Dols de la Universidad Politécnica de Valencia.
El informe, denominado 'Automóvil, Seguridad Vial y Medio Ambiente', señala que la nueva fiscalidad «premiará» a los vehículos que tengan un menor impacto sobre el medio ambiente, mientras que los más contaminantes tendrán que asumir un mayor impuesto de matriculación, lo que influirá en la decisión de compra de un coche nuevo.
Sin embargo, al no existir un incentivo que promueva la retirada de la circulación de los automóviles más antiguos, el consumidor siempre obtendrá una ventaja económica al venderlo a un tercero, por lo que este modelo más contaminante seguirá en circulación.
Este estudio refleja que en la actualidad uno de cada tres coches en circulación tiene más de diez años de antigüedad. Así, el 31,5% de los vehículos que circulan por las carreteras españolas es el responsable del 70% de las emisiones de partículas contaminantes y también tiene el doble de posibilidades de verse envuelto en un accidente.
Así, el documento recomienda la puesta en marcha de una fiscalidad verde que esté ligada a un Plan Prever que promueva la retirada de los vehículos más antiguos. «Sólo de esta manera, con la desaparición de estos vehículos, se podrá conseguir de forma efectiva reducir los niveles de contaminación», añade el informe.
Por último, el trabajo realizado por el profesor Dols indica que los vehículos antiguos no sólo contaminan más, sino que también carecen de los dispositivos de seguridad que incorporan los coches nuevos.
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