El precio del vino

Acostumbrado anda uno a que le asalten en las mesas de comida cuando se enfrenta a la carta de vinos, pues los taberneros aplican abusivos márgenes en el PVP del néctar de los dioses. Por eso, entre muchas otras razones, vale la pena detenerse y beber Martúe 07. En un bello enclave toledano llamado La Guardia, esta emergente bodega selecciona estupenda uva y concilia como casi ninguna otra la misteriosa ecuación relación calidad-precio. Su fórmula es hoy un estándar: viñedo propio muy mimado, sabio trabajo enológico a cargo del ubicuo Ignacio de Miguel y un coupage de la autóctona tempranillo con la estructuradora cabernet y unas pinceladas de merlot y syrah. No caeremos en la tópica descripción de su rojo picota cromático, o su fondo aromático que se desliza entre la madera y las frutillas. Lo mejor es una boca equilibrada de acidez idónea para comidas juguetonas.