Comunidad de Madrid

El PSM y su jefe de prensa se contradicen a la hora de valorar el 7-J

La presidenta del Partido Socialista de Madrid (PSM), Delia Blanco
La presidenta del Partido Socialista de Madrid (PSM), Delia Blancolarazon

 La presidenta del Partido Socialista de Madrid (PSM), Delia Blanco, rechazó hoy hacer autocrítica tras los resultados obtenidos por el PSOE en la Comunidad de Madrid en las elecciones del pasado domingo y se mostró convencida de que los socialistas "conquistarán" la victoria en 2011 porque la "corrupción"y los "espías"pasarán factura a Esperanza Aguirre. "Tenemos un partido mucho más fuerte y unido después de muchos años y una militancia muy motivada", avisa.
En declaraciones a Europa Press, la también diputada nacional se afanó en recalcar que los resultados de las europeas "no se pueden extrapolar a otras elecciones"y que, comparando los datos de 2004 y 2009, el PP "ha bajado un punto en la comunidad y tres en la capital" y eso, recalca, "tiene un significado muy claro".
Delia Blanco, que obvia que el PSOE, por su parte, ha perdido siete puntos en la comunidad y seis en Madrid ciudad en estos cinco años, asegura que ella y sus compañeros creen "firmemente que la caída de Esperanza Aguirre va rápida, más rápida incluso que lo que ella cree".
Y es que la presidenta del PSM está convencida de que, aunque los presuntos casos de espionaje y corrupción que han surgido en los últimos meses en el entorno del PP y el Gobierno de Aguirre no han hecho mella en el electorado madrileño en los últimos comicios, al final acabarán pasando factura al PP.
"Lo que está claro en Madrid es que vamos a ganar en el 2011 y yo creo que Esperanza Aguirre ya lo sabe, porque sabe que con nosotros no hay componendas. La vamos a ganar en buena lid y democráticamente, porque el problema de corrupción y espionaje que tiene encima es insostenible", mantiene. 
En este contexto, defiende que Aguirre cree que Madrid "es una finca privada suya". "Ha comprado muchas voluntades, pero eso no es juego limpio en democracia y se termina volviendo contra los corruptos", advierte a los 'populares'.
Por contra, subraya que los socialistas madrileños tienen "un partido mucho más fuerte y unido después de muchos años"y una "militancia muy motivada"que les dará el triunfo en 2011. "En dos años vamos a conquistar Madrid", enfatiza. Aunque reconoce que la distancia entre los dos partidos sigue siendo "grande", hizo hincapié en que aunque será "lento", al final obtendrán frutos en forma de votos.
Además de la fuerza y la unidad que aprecia en las filas socialistas, Blanco pronostica que los madrileños "no pueden seguir aguantando"las políticas de Aguirre en materia sanitaria o educativa, por ejemplo.
"El deterioro de la sanidad pública es increíble; están privatizando incluso la atención primaria", se queja, a la vez que acusa al Gobierno regional de no tomar medidas contra el desempleo y de utilizar la televisión autonómica como "un brazo armado de sus propias políticas". 

Por su parte, el secretario de Comunicación del Partido Socialista de Madrid (PSM-PSOE), Eduardo Sotillos, ha hecho "autocrítica"sobre el "mal resultado electoral"del pasado domingo y ha cuestionado que el "fenómeno emergente"de UPyD sea "pasajero".
En un artículo titulado "Autocrítica"y publicado en la página web de la Fundación Sistema, el dirigente socialista reconoce que puede ser necesaria una "corrección de rumbo", si bien advierte de que eso no puede significar "dar bandazos".
"Algo hemos hecho mal en la izquierda para que la movilización de la derecha no se haya producido con la misma intensidad en nuestras filas y para que hoy sigamos admitiendo como un efecto incontrolable de la naturaleza que nuestros votantes necesitan un impulso suplementario o vivir una emergencia", afirma.
Critica también que su partido se haya movido entre la "exculpación"y la "intuición"a la hora de explicar las razones su mal resultado.
"Algo hacemos mal cuando nos precipitamos a explicar las razones de un mal resultado electoral sin haber tenido tiempo para realizar un análisis en profundidad, con datos post-electorales contrastados, moviéndonos entre la exculpación y la intuición", reconoce en su artículo.
Sotillos considera "ineludible situar los resultados en España en el marco más amplio de la ola conservadora que recorre Europa", pero también aboga por "reflexionar sobre la presencia de UPyD, capaz de situarse en Madrid como tercera fuerza política, por delante de Izquierda Unida".
Apunta que UPyD es un "fenómeno emergente, que algunos consideran pasajero y yo lo cuestiono", y se pregunta si "sabremos pronto cuál es su caladero de votos".
A su juicio, el "problema"de su partido no es de "nombres", sino de "ideas"y de "trabajo".
"Algo haríamos mal si convirtiéramos en un problema de nombres un problema de ideas, de trabajo, y si renunciáramos a esperar que fructifiquen programas ya en marcha como los que pueden ayudar a la creación de empleo. Vale la corrección de rumbo, pero no dar bandazos", sostiene.
Tras admitir que "no hay que extrapolar el resultado de una consulta sobre la composición de un órgano legislativo prácticamente desconocido por la mayoría de los votantes", Sotillos explica que "algo"le "dice que, aunque eso sea verdad, no es toda la verdad".
Además, destaca que los "votantes del PP en comunidades como Madrid y Valencia, actuaron como las legiones romana, en formación cerrada, para proteger a sus dirigentes y absolverlos de las acusaciones de corrupción"y sentencia que "habrá que reconocer"que los dirigentes populares "lo hicieron bien"al apostar por "movilizar a sus votantes".