Valencia

El sastre admite que le «bailaron» datos al declarar

La Razón
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VALENCIA- A las once menos diez de la mañana José Tomás, principal testigo de la trama Gürtel en Valencia, llegaba al Tribunal Superior de Justicia en un taxi en cuyo interior viajaban con él dos periodistas de la televisión del grupo Prisa «Cuatro». Los cerca de 50 periodistas que le esperaban, se quedaron estupefactos. Todos menos otro equipo de la misma cadena que se reía de la cara de asombro de sus compañeros. Nada más bajar, el sastre comenzó una declaración que, al final, acabó durando cinco horas y media. Al ser interpelado por los periodistas, éste dijo que contestaría a todo pero a su salida del Juzgado pues hay secreto de sumario y quería respetarlo. Lo que no dijo es que ya le había contado prácticamente todo lo que iba a declarar a la cadena de televisión del grupo que ha estado recibiendo las filtraciones del sumario. La sorpresa de la llegada fue tal que, al salir del juzgado, se le preguntó por ella, y él respondió que sólo habían compartido taxi, algo que se contradice con lo que el propio periodista que iba con él dijo al llegar al TSJ. El miembro de la televisión afirmó que le habían llamado y habían preparado una «crónica de ambiente» con el interesado, que habían ido a buscarlo y que cogieron el taxi. Tal fue la expectación de la llegada que hasta los abogados afirmaron que le iban a preguntar por ella, cambiando así parte del rumbo del interrogatorio. A la salida del juzgado, José Tomás explicó que la declaración había sido muy dura y larga, y que se había ratificado en todo lo que en su día declaró en la Audiencia Nacional delante del juez Baltasar Garzón. Con respecto a quién encargó los trajes de Francisco Camps, el sastre dijo que fue el propio presidente de la Generalitat quien los encargó, pero que el que los pagó fue el administrador único de Special Events, Pablo Crespo. Pero al preguntarle sobre si fue él quien los cobró, dijo que «no», aunque sabía de los pagos porque él era el jefe de tienda y no un «sastre». Sin embargo, al hacer esta afirmación cayó en una contradicción, puesto que, acto seguido, dijo que los pagos de Gürtel sólo suponían un 0,1 por ciento de la facturación y que «no podía acordarse de todo». Tomás también hizo referencia a la declaración de Camps. En su opinión, sabía lo que iba a declarar cinco días antes de que lo hiciera. Interpelado por la declaración del presidente, y por tanto ,por la suya propia, aseveró que «se reafirmaba en su primera declaración», lo que supone que Camps no pagó los trajes él y que fueron más prendas de las declaradas por el jefe del Consell. En cuanto a las contradicciones en sus declaraciones anteriores afirmó que se debieron a que tuvo que declarar dos veces en dos días. La primera con la Policía Judicial -12 horas- y, al día siguiente, en la Audiencia Nacional otras tantas horas y que debido a la duración del interrogatorio, y a que hacía varios años de algunas de las ventas realizadas, le «bailaron» algunos datos.