Lisboa

Francia regresa al mando militar de la OTAN

La Razón
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PARÍS- Es el fin de una excepción francesa que ha durado más de cuatro décadas. «Ha llegado el momento», dijo ayer el presidente francés de que su país «deje de excluirse» y recupere el peso específico en el seno de la OTAN, de la que nunca ha llegado a retirarse completamente. Sin embargo, su decisión de regresar a la comandancia militar integrada de la Alianza Atlántica, que Francia, miembro fundador, abandonó en 1966 por el general De Gaulle, tiene a sus ojos poco de histórica. Para Nicolas Sarkozy, es más «la culminación de un largo proceso de maduración», emprendido ya a principios de los años ochenta por François Mitterrand y hará a Francia «más fuerte e influyente» en la escena internacional.De hecho, el acercamiento ha sido desde entonces progresivo y varias las tentativas fallidas. Desde 1992 Francia envía soldados a las operaciones de la Alianza Atlántica (Bosnia, Kosovo, Afganistán…), de la que es el cuarto contribuyente, pero no participa en la definición de los objetivos ni de las estrategias. Tampoco controla ningún puesto militar de responsabilidad. El líder galo, tachado frecuentemente de atlantista, considera que hoy ya no hay argumentos que justifiquen seguir fuera de esa estructura y que, al contrario, «muchos son los inconvenientes» en un mundo que ya no se rige por la lógica de bloques y en el que las amenazas son globales y no locales. «Francia debe codirigir y no ser dirigida», aseguró. Un contrasentido con el que Sarkozy quiere acabar «por el interés de Francia y el de Europa», añadió en su discurso de clausura de un coloquio en París en el que participaron además el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, y el Alto Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Javier Solana, que aplaudió la iniciativa del presidente galo.Con este regreso, que se oficializará durante la cumbre conmemorativa del 60º aniversario los próximos 3 y 4 de abril, París, que podría recuperar dos comandancias militares, la de la fuerza de intervención rápida de Lisboa y la de Norfolk en Virginia, disipa la desconfianza de Washington respecto a los objetivos franceses en materia de diplomacia. Es más, la presencia francesa reforzará, según Sarkozy, el pilar europeo de la organización. «Europa será más influyente y crearemos la confianza necesaria para desarrollar una Defensa europea fuerte y autónoma» hacia la que tanto EE UU como algunos socios del Este se han mostrado recelosos.Acusado por la oposición de izquierdas de alinearse con el aliado norteamericano, Sarkozy garantizó que esta decisión no sólo no pone en entredicho la tradicional independencia de Francia en materia de disuasión nuclear, sino que su país conservará «la libertad de apreciación sobre el envío de tropas».