Industria impone una multa «ejemplar» a la nuclear de Ascó

El pasado agosto, el ministro de Industria, Turismo y Comercio anunció que iba a actuar con «contundencia». Y así ha sido: Miguel Sebastián firmó ayer una Orden Ministerial por la cual sanciona con 15.390.000 euros a la empresa titular de la central nuclear de Ascó I por las «cuatro infracciones graves» en relación con la liberación de partículas radiactivas. Se trata de la multa más alta impuesta a una central nuclear. El récord lo albergaba Vandellós, sancionada con 1,6 millones de euros por un problema de oxidación.

Desde que se produjera una fuga radiactiva en noviembre de 2007, seis colegios –unos 180 menores– y dos centros universitarios visitaron la central tarraconense. También fue detectado un camión con partículas radiactivas en una chatarrería de Reus. Sin embargo, Ascó no comunicó oficialmente el incidente hasta abril de 2008. De hecho, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) propuso a Industria una sanción histórica, que oscilara entre los nueve y los 22,5 millones de euros.

Con todo, el propio CSN reconoció entonces que no existía ningún reglamento que estipule, en el caso de que se produzca un suceso de esta índole –sea del nivel que sea, cero o siete– se prohíban al instante las visitas.

La multa se distribuye así: emisión radiactiva con potencial superación del límite anual de dosis para miembros del público en el interior del doble vallado (7,5 millones); no establecer control de contaminación externa del personal y no delimitar las zonas de libre acceso (3 millones); no notificar los hallazgos de partículas desde el 14-03-08 hasta el 4-4-08, y no haber proporcionado a la Inspección Residente información veraz sobre la contaminación (3 millones); e incumplimiento del Manual de Protección Radiológica (1,8 millones).