Internet dispara el acoso a menores

Madrid- La avalancha de denuncias por acoso a menores en internet es preocupante. La asociación Protégeles, una de las más activas en el estudio del papel de la infancia y la adolescencia en la red, ha visto multiplicado por veinte, sólo en el último año, el número de quejas que recibe por «ciberbullying» o «grooming». Dos formas de hostigamiento que se amparan en el anonimato de la red, pero que son igual de ilegales que cuando se cometen en el mundo real.

El «ciberbullying» es la versión digital del acoso escolar. «Las redes sociales (tipo Facebook) han disparado el fenómeno, porque ahora las vías de comunicación ya no se limitan al teléfono, los SMS o el "messenger"», asegura Guillermo Cánovas, responsable de Protégeles. El 20 por ciento de las 3.000 denuncias que reciben cada mes son por acoso on–line. En 2006 suponían una de cada cien.

Cadena de insultos

Los perfiles de acosado y acosador son un calco. La mayoría son adolescentes de entre 13 y 14 años, de los cuales dos de cada tres son chicas. Muchos casos empiezan con una «inocente crítica» colgada en el perfil de un usuario de la red. Los comentarios suelen convertirse en improperios, y de ahí «surge una cadena de insultos de otros alumnos, incluso de jóvenes que ni siquiera conocen a la víctima», explica Cánovas.

El último ejemplo se produjo ayer en Tossa de Mar, donde la Policía detuvo a un menor de 16 años por acosar sexualmente y amenazar a dos niñas de 11 años, a las que tenía atemorizadas, mediante mensajes que les enviaba a través de la red social Metroflog.

Es aquí donde entra en juego la campaña que la Comisión Europea ha puesto en marcha con la colaboración de la Sociedad Española de Pediatría, Microsoft y Protégeles para concienciar a padres y niños en un uso más seguro de internet. «La lista de espera de padres que quieren recibir consejos es enorme», asegura Cánovas. Éstos pasan por involucrarse en lo que los niños hacen en internet, instalar filtros en los ordenadores de casa o impedir que naveguen solos en sus dormitorios.

El «grooming» es aún peor. Aunque no hay datos fiables porque pocas víctimas se atreven a denunciar, el acoso sexual en internet tiene como objetivo principal a adolescentes con «webcam» y ganas de «hacer amigos». Reciben proposiciones por parte de usuarios que se hacen pasar por jóvenes con las mismas inquietudes, pero que normalmente esconden a un adulto con tendencias pedófilas.

La moda de los «messenger» –chat instantáneo– ha dado paso a las redes sociales. El 77 por ciento de los menores cuelgan un perfil personal de libre acceso, según revela el Libro Blanco de los Contenidos Digitales del Ministerio de Industria. Es decir, que cualquier usuario de internet puede ver sus datos. Fenómenos como Facebook y Tuenti ya cuentan con 42 millones de usuarios en Europa.