Aborto

La ciencia se alía con la Iglesia en contra del aborto

La ciencia se alía con la Iglesia en contra del aborto
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Gobierno y PSOE arremetieron ayer contra la Iglesia por la campaña publicitaria contra el aborto que la Conferencia Episcopal presentó el lunes. El portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, calificó la iniciativa de los obispos de «demagógica y extremista» y afirmó que su grupo, «a diferencia del PP», no quiere «ni penalizar ni que las mujeres vayan a la cárcel». Por su parte, el ministro de Sanidad, Bernat Soria, aseguró que «el camino que sigue la Conferencia Episcopal es distinto del que sigue la sociedad», porque «el debate no es aborto sí o aborto no», sino «adaptar la legislación al entorno europeo», a los que «continuamente decimos que queremos parecernos». Desde la oposición, el Partido Popular mostró su «respeto» por la campaña -que compara la protección que tiene la vida de la fauna en extinción con la que tiene la humana-, ya que la Iglesia tiene «todo el derecho a expresar su opinión».

Los populares se mostraron preocupados por el mensaje que se envía a los adolescentes de que el aborto es un método anticonceptivo más. A este respecto, Manuel Fraga dijo que el Gobierno pretende «convertir el aborto en un sustitutivo del preservativo, y más claro agua». La polémica reforma de la ley del aborto ha encontrado también oposición en un millar de intelectuales, que presentaron ayer la «Declaración de Madrid», un manifiesto en el que los firmantes aportan «razones científicas y no ideológicas» para defender el derecho a la vida desde el momento de la fecundación. Científicos, biólogos, juristas, psiquiatras, pediatras, ginecólogos, filósofos, doctores, catedráticos y profesores universitarios han rubricado este documento. Durante su presentación, Mónica López Barahona, biomédica y consultora de Bioética de Naciones Unidas, recalcó que el embrión unicelular, en estado de cigoto, «es vida humana». «Por eso, entrar en una terminología de plazos no es aceptable, porque uno no pertenece más o menos a la especie según el número de células que tenga o según los kilos que pese», dijo López Barahona. «Una sociedad indiferente a la matanza de cerca de 120.000 bebés al año es una sociedad fracasada y enferma», sostienen los intelectuales en el manifiesto, que también cuestiona la madurez de la mujer para decidir abortar con 16 años. En este sentido, José Andrés Gallego, del Centro de Estudios Históricos del CSIC, afirmó que obligar a una joven a decidir sola a esa edad es una «irresponsabilidad» y una «forma clara de violencia contra la mujer». En el documento, los firmantes defienden que las féminas que decidan abortar conozcan las secuelas psicológicas del acto, además del procedimiento que se va a seguir en la intervención, y subrayan que el aborto es un drama con dos víctimas: «Una muere y la otra sobrevive, y sufre a diario las consecuencias de una decisión dramática e irreparable».