«La Granja no tiene nada que envidiara Versalles»

Veterano actor de cine y teatro, aquí nos habla de sus veranos en La Granja.
-¿Con qué proyecto profesional está ahora? -Me llamaron para hacer una serie, pero no me interesó. Quiero trabajar en algo especial. Seguro que este año sale algo. No me voy a retirar porque me encuentro muy bien.
-¿Por qué conoce La Granja? -Tenemos una casa relativamente cerca y siempre que vienen amigos es un éxito llevarles allí. Y si coincide que es el día de San Luis, uno de los pocos en que funcionan las 26 fuentes, mejor.
-¿Las ha visto funcionando? -Sí, y nos hemos mojado, pero como es en verano, casi apetece. Es una paliza ir andando de una fuente a otra, pero merece la pena. Por lo que me han contado los amigos, y por lo que he visto en las películas, no tiene nada que envidiar a Versalles.
-Después de la caminata, ¿cómo sientan unos judiones de La Granja con cochinillo? -Judiones no, porque por la noche es demasiado. Mejor un chocolate con churros en el Roma, que es muy típico de allí. Si la visita es a mediodía, sí me tomo un cochinillo o las judías. También es recomendable conocer el Parador, no sólo para comer, que se come muy bien, sino porque es precioso y contribuye a que La Granja sea más bonita.
-De todas las personas a las que ha llevado, ¿a quién le ha impresionado más? -A Paloma San Basilio. Además le enseñamos lo que era la fábrica de vidrio, que también es una maravilla. -¿Recuerda algo que le llamara especialmente la atención? -La gente que veranea allí me recuerda un poco a los que lo hacían en San Sebastián hace años. Y los segovianos son estupendos y muy hospitalarios.
-¿Qué imagen le viene cuando piensa en La Granja? -El Palacio. Pero lo que más recuerdo son las fuentes funcionando por la noche en verano, es algo único.