Estrasburgo

La OTAN se reinventa a sus 60 años

La OTAN se reinventa a sus 60 años
La OTAN se reinventa a sus 60 añoslarazon

Ninguno de los mandatarios mundiales que hoy cantarán el cumpleaños feliz a la OTAN en Estrasburgo había nacido cuando ésta empezó a andar. Y ahora está en sus manos que no muera de depresión a los sesenta años. Los presidentes de los países miembros, con Obama y Sarkozy a la cabeza, se reúnen hoy y mañana en una cumbre más romántica que práctica, pero de la que Estados Unidos pretende llevarse un firme compromiso para zanjar la misión de Afganistán y evitar el cataclismo de la única razón clara de existir que tiene hoy la OTAN. En la apretadísima agenda de la cumbre (una de las más fugaces que se recuerdan) figuran dos asuntos centrales: el primero, Afganistán. Es lo que preocupa a EE UU y un fracaso en esa misión sería la puntilla final a una Alianza debilitada por sus propios miembros. Para ello, Washington plantea su estrategia diplomático-militar enfocada no sólo a Kabul sino también a Pakistán. En Europa se atiende básicamente a la parte más dulce, pero EE UU ya ha metido 21.000 efectivos más sobre el terreno y espera un esfuerzo en ese sentido por parte de los aliados. El segundo asunto central, el futuro de la propia OTAN. La caída de la Unión Soviética le quitó el enemigo y el motivo de su existencia. Ahora debe buscarse un adversario que muchos tienen claro (el islamismo radical) pero que, en cualquier caso, es difuso e irregular, no un bloque como la URSS, o mutar hacia un modelo diplomático y de seguridad mundial más allá de las propias operaciones militares. Es decir, una ONU con dientes. Más allá de estos dos puntos está el equilibrio de la Alianza. Sarkozy sabe que la vuelta formal de Francia al seno militar de la OTAN ha colocado a París como el centro neurálgico de una Europa que busca aprovechar el cambio del unilateralismo de George W. Bush al multilateralismo de Obama para equilibrar fuerzas con Estados Unidos. El presidente francés, que intentó cambiar el protocolo de la Alianza para sentarse al lado de su secretario general en vez de por orden alfabético, asumirá el papel de líder de Europa en ese proceso de transformación del bloque occidental frente al mesiánico advenimiento de Obama. Mientras, la Alianza debe sellar definitivamente su poliédrica relación con Rusia para tener un aliado que vigile desde el norte la zona caliente del planeta. La cumbre del 60 aniversario promete poco en cuanto a decisiones, pero sí puede sentar las bases sobre las que renazca la OTAN o terminar de matarla.