Moscú
La UE se asocia al Este pese a Rusia
BRUSELAS- Los Veintisiete lanzaron ayer oficialmente la Asociación Oriental, el instrumento con el que la Unión Europea quiere que seis ex repúblicas soviéticas basculen hacia Occidente. La iniciativa se ratifica a pesar de las protestas de Rusia, y ocurre en un periodo de especial tirantez a raíz de las maniobras de la OTAN en Georgia, uno de los países miembros de esta nueva Asociación, y la fallida sublevación militar. «No es una iniciativa contra nadie o contra nada», sino una herramienta para fomentar «la cooperación y la estabilidad», defendió el Alto Representante para la Política Exterior y Seguridad Común, Javier Solana, consciente de esos recelos que ha despertado el movimiento comunitario en el Kremlin. Por su parte, el presidente de la Comisión de Exteriores del Parlamento, el polaco Jacek Emil Saryusz-Wolski, insistió ayer en que «no compete a Rusia decir a la UE qué hacer. Bruselas no piensa en términos de esferas de influencia, ofrece mejorar sus relaciones a sus vecinos del Este». El eurodiputado recuerda que Rusia rechazó ser parte de la iniciativa, ya que prefiere mantener sus relaciones al margen de la Unión. Este nuevo instrumento de vecindad de la UE destinará 600 millones hasta 2013 con el objetivo de mejorar el Estado de Derecho, las libertades fundamentales y la cooperación económica. Sus beneficiaros son, además de Georgia y Ucrania, Moldavia, Azerbaiyán, Bielorrusia y Armenia. Varios analistas coinciden en señalar que la pieza clave es Ucrania, cuya inestabilidad y posible acercamiento a Moscú, ahora que las fuerzas proeuropeas están divididas en el país, pueden volver más tormentosa la complicada fachada oriental. Alemania ya ha expresado su preocupación por el coqueteo de Rusia con los ucranianos, a los que está facilitando pasaportes. La portavoz de Solana, Cristina Gallach, coincidió en que es una frontera con numerosos problemas económicos, sociales y territoriales. «No hay duda de que la desestabilización de Ucrania tendría un efecto enorme por su peso en la región», indicó. El nuevo instrumento comunitario también recurrirá al atractivo fruto de las visas que combinará con foros para fomentar los derechos humanos o nuevos acuerdos de avocación. España y Francia también recelaron de la nueva estrategia para el Este, que finalmente apoyaron, pero por otros motivos. Los dos países se resisten a que la Unión por el Mediterráneo se vea relegada y piden que mantenga la gran parte de los fondos comunitarios. El ministro de Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, tuvo que convencer a su homólogo español, Miguel Ángel Moratinos, para vencer sus resistencias, según explicó el polaco a LA RAZÓN. La sintonía entre ambos ministros es tal que, como adelantó este medio, España estudia organizar una cumbre de esta nueva Asociación Oriental en suelo polaco durante su Presidencia de la UE. Ayer fue el propio Moratinos, y no el presidente Zapatero, quien acudió a la capital checa, junto con otros 17 primeros ministros y cuatro presidentes de los Veintisiete. En paralelo, Ucrania y Georgia tratan de ganar enteros para incoporarse a la OTAN. Este miércoles, los ministros de Defensa de Georgia e Ucrania ser reunieron con los máximos representantes militares de la OTAN y con su secretario general, Jaap de Hoop Scheffer. En el encuentro vendieron los progresos en la modernización de sus Ejército como medio de levantar el «stand by» en el que permanece su adhesión a la Alianza.
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