Las elecciones con el voto por correo

Después de todo, de las extrañas elecciones de hace dos años y medio, del mandato tenso de Calderón y de su salida con lágrimas, si hoy se celebrasen comicios el Real Madrid tendría el mismo problema que la última vez: el voto por correo. La situación sigue igual. El voto para unas elecciones en el club blanco puede ser mediante urna, que es el que vale y anula los demás; o por correo. Y por correo significa que un socio puede dar su voto a una candidatura para que ésta lo traslade. No es ilegal, ni tiene por qué ser tramposo. Lo que hacen muchos socios es votar varias veces para así conseguir los regalos que dan los aspirantes. Pero si hay un voto repetido, se anula.
El voto por correo fue el motivo de la gran guerra en las últimas elecciones y el factor más desestabilizante para el mandato de Calderón. El ya ex presidente madridista consiguió que se anulara cuando muchos socios habían votado según la ley y no se les tuvo en cuenta. Al final, sólo sumaron las papeletas de las urnas y Calderón ganó con menos de 8.344 votos sobre una masa de más de 60.000 socios. Con esa fragilidad ha tenido que vivir Calderón, y no ha podido.
Ramón Calderón ha abandonado el cargo y el problema no se ha solucionado.
La Junta tuvo la iniciativa de cambiar los Estatutos y modificar el voto, pero en el estado de guerra civil en el que ha vivido el madridismo, una Asamblea le impidió cambiarlo. El nuevo presidente, Vicente Boluda, ha asegurado que las elecciones van a ser en verano y puede que celebre una Asamblea para volver a intentar cambiar los Estatutos y modificar, por fin, el voto por correo.
El nuevo presidente blanco no necesita ser ratificado por los socios compromisarios, ni tiene que pedirles permiso para convocar elecciones. Pero una de sus misiones tiene que ser corregir la última Asamblea que manipuló el Real Madrid y volver a intentar aprobar lo mismo. Es esa Asamblea la que va a medir en qué situación se encuentra el Real Madrid ahora que Ramón Calderón no está al mando. Será el gran día para comprobar si la marcha del último presidente ha servido para tranquilizar a la masa social o si solamente unas elecciones, y en las condiciones que sean, pueden poner paz en el Real Madrid.
Por si acaso, ayer, Eugenio Martínez Bravo, el presidente de Plataforma Blanca y cabeza visible de la oposición durante el mandato de Calderón, mostró su alegría y también su desconfianza hacia la nueva situación: «Es un día de esperanza para el madridismo, se abre un horizonte donde vemos la luz al final del túnel, aunque no tenemos ninguna confianza y credibilidad en los gestores actuales», aseguró.