Operación Policial

Liberada una joven secuestrada durante cuatro días en un nicho en el monte en Alicante

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han liberado a una joven de 19 años que fue secuestrada en Alicante el pasado lunes, 13 de julio, cuando iba a coger su vehículo y detuvieron a dos hombres como presuntos autores del rapto. La joven, que permaneció cuatro días en un nicho excavado en la montaña, fue secuestrada, supuestamente, por dos hermanos con adiestramiento militar que pidieron 300.000 euros de rescate al padre de la víctima, según informaron hoy en un comunicado fuentes de la Comisaría provincial de Alicante. Así, los raptores solicitaron al padre, directivo de una empresa de la zona, 300.000 euros en billetes de 50 para su puesta en libertad, e intentaron persuadirle para que no avisara a la Policía. De los dos detenidos, uno de ellos acababa de cumplir condena por el homicidio doloso de su mujer y el otro estuvo empleado en la misma compañía que el padre de la víctima. La operación se inició el pasado 13 de julio cuando el padre de la joven secuestrada se puso en contacto con la Policía Nacional. Acababa de recibir una llamada desde el teléfono móvil que habitualmente usaba su hija en la que ella misma le comunicaba que estaba secuestrada. Acto seguido, supuestamente, uno de los secuestradores le dijo "esté usted tranquilo, no le vamos hacer nada por ahora, el miércoles le volveremos a llamar, tenga preparados 300.000 euros en billetes de 50, como llame a la Policía se estropeará todo", tal y como señalaron fuentes policiales. A partir de ese momento se activó el protocolo de actuación establecido para secuestros, por lo que se desplazaron hasta Alicante policías especializados para iniciar las investigaciones y verificar in situ los hechos. Tras las primeras pesquisas, los agentes comprobaron que el apresamiento había sido preparado meticulosamente y que la víctima había estado sometida a vigilancias previas para determinar el momento y lugar adecuados para el rapto. Los agentes examinaron el vehículo de la víctima y comprobaron que una de las ruedas había sido pinchada. Así, determinaron que cuando la chica regresó para coger el coche, encontró el neumático desinflado y no pudo utilizar el automóvil. Sus secuestradores aprovecharon esa circunstancia para retenerla contra su voluntad e introducirla a la fuerza en otro vehículo, que habían robado con anterioridad a los hechos amenazando a su conductor con un subfusil y un cuchillo. Además, varios indicios hicieron pensar a los investigadores que los raptores podrían estar relacionados directa o indirectamente con las actividades profesionales del padre de la víctima, más concretamente con la empresa en la que trabajaba como directivo. ENTREGA CONTROLADA DEL DINERO Una vez que los investigadores tuvieron datos suficientes de los presuntos autores y sobre la zona en la que pudiera encontrarse la secuestrada, se estableció un dispositivo para liberar a la joven. Tras acordarse la entrega del rescate con los supuestos secuestradores, se puso en marcha un operativo que resultó "extremadamente complicado por los continuos cambios del punto de entrega realizados por los raptores". Finalmente el dinero fue depositado entre los arbustos de una rotonda en un polígono industrial. A continuación se acercó una persona a recogerlo, que fue inmediatamente detenido por agentes del GEO. Paralelamente el resto del operativo controlaba la zona donde se encontraba la víctima. Como consecuencia de la presión policial a la que estaba siendo sometido el otro presunto secuestrador, responsable de vigilar el lugar del cautiverio de la víctima, éste la liberó y trató de escapar. Intentó además deshacerse de los efectos que pudieran incriminarle pero no pudo hacerlo al resultar inmediatamente detenido. HERMANOS CON EXPERIENCIA MILITAR Tras las detenciones los agentes comprobaron que los dos detenidos eran hermanos. Uno llevaba tan solo dos meses en libertad tras haber cumplido condena por el homicidio doloso de su mujer, con antecedentes también por violencia de género y robo con violencia. El otro era un antiguo trabajador de la empresa en la que también trabajaba el padre de la víctima, y se encontraba actualmente en paro y tenía importantes cargas económicas. habían utilizado, supuestamente, los conocimientos adquiridos en su paso por el ejército —uno había sido legionario y el otro había pertenecido al Cuerpo de Operaciones Especiales— para preparar el secuestro y la logística que el mismo conllevaba. Por este motivo, habían elegido para encerrar a su víctima un nicho de unos cuatro metros cuadrados excavado en la ladera de una montaña. El agujero se encontraba tapado con vegetación de la zona, resultando muy difícil su localización. Al mismo tiempo al estar ubicado en una zona elevada tenía una perfecta visibilidad del entorno. En la operación han participado la Sección de Secuestros y Extorsiones de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Comisaría General de Policía Judicial, el Grupo de Crimen Organizado de la Comisaría Provincial de Alicante y el GEO.