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Los CSI de las carreteras

Los CSI de las carreteras
Los CSI de las carreteraslarazon

madrid- Durante esta Semana Santa millones de vehículos circularán por la Comunidad de Madrid pero... ¿Sabe como se controla que el firme esté en perfecto estado? En el laboratorio de carreteras regional se analizan todos los materiales que se emplean en la construcción de las vías autonómicas. Se trata de una especie de CSI que certifica que el asfalto resistirá el paso de vehículos determinado para cada carretera. Apenas diez personas trabajan en este laboratorio de calidad para los materiales de obra que se emplean en las obras públicas. El parecido de este empleo con el de los agentes de la serie americana que se resuelven crímenes a través de pruebas químicas es mayor del que en un principio pudiera parecer. Entre probetas, pipetas, termómetros y otros elementos de medición en Aravaca, distrito en el que se localiza este laboratorio, reciben las diferentes muestras de materiales en sacos.El primer paso es dotarles de una referencia en la que quede bien claro el tipo de material del que se trata, la obra de la que procede y la fecha en la que se ha obtenido.Lo siguiente es la desecación, pulverización y cuarteo de la muestra que separa los diferentes componentes del material por peso. Las piedras de diferentes tamaños que quedan tras este proceso son después sometidas a otros tratamientos dependiendo de lo que se busque medir: bien la resistencia que tendrá el firme al paso de los coches; o bien el tiempo que podrá mantenerse en buen estado, sin deformarse.Una de las pruebas a las que se someten los materiales que se emplean en carreteras, pilares o puentes, entre otros, es la conocida como «desgaste de los ángeles». Miguel Ángel Cullell, jefe de este laboratorio que depende de la consejería de Infraestructuras y Transportes, explica que este ensayo consiste en comprobar que las piedras que se ponen debajo del asfalto, la grava. Este material roza entre sí con el paso de los coches pero, tras el paso de cada vehículo, debe recuperar su aspecto inicial. Para conocer la resistencia de esta grava antes de deformarse se introduce el material en un tambor parecido al de una lavadora en el que es golpeado con piedras de acero. El estado en el que salen las piedras determina el tiempo que podrán aguantar en buen estado ya instaladas bajo el firme de las carreteras. Otro de los exámenes se refiere al grado de compactación del firme. Con una maza que equivale a los rodillos de asfaltar comprueban con que grado de humedad se puede trabajar cada tipo de material. Estos ensayos sólo duran unos minutos pero otros requieren un proceso en el que se invierten días. Es por ejemplo el caso de las pruebas que realizan en este laboratorio al hormigón. El material, en forma de pequeños pilares, permanece en una cámara húmeda durante 28 días. Cuando pasa este periodo los pilares se introducen en una prensa en la que miden la resistencia del hormigón que se utilizará por ejemplo en los pilares de los puentes. Pulidos, ensayos dométricos (de hinchamiento del suelo)... estos trabajadores realizan una labor prácticamente artesanal que certifica que el material es óptimo.