Estados Unidos
Los peones cristianos de Barack Obama
MADRID- Barack Obama volvió de su viaje al Vaticano, corazón del catolicismo, y de Ghana, origen del tráfico de esclavos negros a Estados Unidos, y presentó a una negra católica, Regina Benjamin, como candidata al importante cargo de «Surgeon General». Hay tres millones de afroamericanos entre los 68 millones de católicos del país, incluyendo 16 obispos. La doctora Benjamin cuenta que muchos negros se reunían en casa de su abuela, hace tres generaciones, para celebrar la misa, porque aún no tenían ni su propia parroquia. De su abuela, dice, heredó un fuerte sentido de comunidad que la llevó a la medicina y al servicio a las poblaciones rurales y pobres. Obama lleva años designando católicos «étnicos» para su entorno, es decir, políticos de familia italiana, irlandesa o polaca pero que pasan poco por misa y niegan las enseñanzas del Papa sobre la vida o la familia. Así, Regina Benjamin tendrá como colega a la secretaria de Sanidad, Kathleen Sebelius, a la que el obispo de Kansas City ha prohibido ir a comulgar mientras no cambie su postura favorable al aborto. Al vicepresidente, Joe Biden, le ha prohibido comulgar el obispo de Scranton, Pennsylvania. La portavoz del Congreso, Nancy Pelosi, es un caso claro de «católica» militantemente abortista. Y también al nominar Obama a la hispana Sonia Sotomayor como candidata al Tribunal Supremo, está optando por una candidata «católica» no practicante, como ella misma ha declarado. Por eso, la candidatura de Benjamin es un cambio cualitativo. También lo es el nombramiento del científico evangélico Francis Collins para el Instituto Nacional de la Salud: Obama busca más allá del voto liberal y de las minorías.
Regina Benjamin
Católica practicante y lectora dominical en la catedral de Mobile, Alabama. Abrió una clínica rural, destruida por huracanes en 1998 y 2006 y después por un incendio, pero siempre reconstruida. Recibió la medallla «Pro Ecclesia et Pontífice» de manos de Benedicto XVI en 2006. Obama, nada más volver de Roma, la ha propuesto como «Surgeon General» (Consejera General de Sanidad). Tiene en sus manos la reforma de la Sanidad de EE UU.
Francis Collins
Descubrió el gen de la fibrosis quística y lideró el proyecto Genoma Humano. A los 27 años, siendo un joven médico ateo, le impresionó la entereza de sus pacientes cristianos. Se convirtió leyendo «Mero cristianismo», de C. S. Lewis. En 2006 publicó «El lenguaje de Dios», que concilia Biblia y evolución. Es evangélico, cree en los milagros y se opone al aborto, aunque no a investigar con embriones. Obama le ha nombrado director del Instituto Nacional de Salud: contará con 21.785 millones de euros anuales.
Rick Warren
Descrito por la revista «Time» como «el pastor más influyente de América», ha vendido más de doce millones de ejemplares de su libro «Una vida con propósito». Moderno en su estilo, tradicional en su doctrina, defiende el matrimonio entre hombre y mujer y el derecho a la vida. Obama le pidió que dirigiese la oración en su toma de posesión presidencial, como un gesto hacia el electorado evangélico conservador, el que menos le apoya. Warren parecía así heredar parte del carisma del difunto pastor Billy Graham.
Miguel Díaz
Un teólogo católico de origen cubano sin experiencia política es la apuesta de Obama como embajador en el Vaticano. Especialista en temas de inmigración y diálogo entre comunidades, es ex presidente de la Academia de Teólogos Católicos Hispanos y se ha declarado contrario al aborto, pero sin beligerancias con la nueva Administración. Habla con fluidez español, italiano e inglés. Es otro guiño de Obama al catolicismo hispano.
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