Déficit público
Los problemas de la Hacienda pública
El Gobierno entregó a cuenta a las CC AA mucho más dinero del que recaudó en 2008 y lo que va de 2009.
MADRID.- Imaginen una economía familiar cuyos ingresos mensuales sumen 3.000 euros; los gastos sean de 5.000 y cada mes se pidiera al banco un crédito de 7.000. Insostenible para cualquier economía, ¿cierto? Pues en un estado muy similar se encuentra la Hacienda pública. Sí, el Estado gasta más de lo que ingresa, pero ha descubierto la máquina de hacer dinero y emite deuda pública. Hasta el punto de que uno de cada tres euros de gasto se soporta con deuda. El resultado no es esperanzador ni para este Gobierno ni para cualquiera que le suceda, el cual tendrá que buscar soluciones para el arreglo de las deterioradas cuentas públicas. ¿Deterioradas? El portavoz adjunto del PP en materia económica, Álvaro Nadal, no se anda con tapujos, y asegura que la situación es prácticamente de quiebra. Tanto él como su colega de la dirección del Grupo Popular en el Congreso, Fátima Báñez, sostienen que el Gobierno socialista recurrirá, seguro, a una «masiva subida de impuestos» en los años 2010, 2011 y 2012. No hay otra salida en la receta económica socialista: «Más gasto y subidas impositivas».El estado de la Hacienda pública empeorará, sin duda, con la aplicación del nuevo modelo de financiación suscrito con las autonomías. Y es que si los ingresos impositivos de las comunidades autónomas se han visto seriamente reducidos a consecuencia de la crisis por la que atraviesa la economía española, los efectos de esta caída de la recaudación no se han plasmado aún en las haciendas autonómicas. El motivo: el grueso de sus ingresos, la participación en los impuestos parcialmente cedidos del Estado, está calculado en base a una previsión optimista de ingresos en los Presupuestos Generales del Estado de 2008 y 2009. Así, mientras que el año pasado la recaudación total de impuestos directos e indirectos cayó un 13,6 por ciento, el Estado entregó a cuenta a las comunidades autónomas un 9,1 por ciento más que el ejercicio anterior como consecuencia de las optimistas estimaciones de ingresos que había hecho. Como se sabe, hasta hoy, las administraciones autonómicas reciben un 33 por ciento de lo recaudado por IPRF; un 35 por ciento de los ingresos por IVA y un 40 por ciento de los impuestos especiales. Con el nuevo modelo de financiación, el porcentaje será del 50 por ciento. Pero los datos son más alarmantes a medida que avanzan los meses, puesto que la recaudación sigue bajando en picado y, sin embargo, las autonomías siguen recibiendo dinero a cuenta como si la economía y los ingresos del Estado no se hubieran enterado de la crisis. Por ejemplo, el pasado mes de mayo, el Gobierno recaudó un 29,7 por ciento menos, pero transfirió a las comunidades un 5,7 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior.Así que cuando se liquide definitivamente el ejercicio 2008, que será en 2010, las arcas autonómicas comenzarán a sufrir de lleno los efectos de la crisis, al experimentar conjuntamente el efecto de la reducción de la recaudación de sus tributos propios, la devolución de la recaudación de sus tributos propios, y la devolución del exceso de las entregas a cuenta efectuadas con respecto a la recaudación real. ConsecuenciasLa consecuencia política más inmediata de todo esto será que la revisión del actual modelo de financiación autonómica podría limitarse en términos monetarios a compensar esta previsible caída de los ingresos autonómicos que tendrá pleno efecto a partir de 2010, trasladando exclusivamente a las arcas del Estado el efecto de la brusca caída de la actividad. Más claro: que los 11.000 millones adicionales que el Gobierno puso sobre la mesa para cerrar el modelo con las comunidades irán en su mayor parte a devolver los 61.2777 millones de euros que recibieron a cuenta. Luego, seguro, vendrán los lamentos y las quejas por un modelo que, a ojos de los populares Fátima Báñez y Álvaro Nadal, es una auténtica «bomba de relojería».
«ERC no esun felpudo»El portavoz de ERC en el Congreso, Joan Ridao, ve «razonable» el modelo de financiación aunque no llegue «al cien por cien» de sus aspiraciones, y por eso advierte de que a pesar de que hay «una senda de mayor entendimiento, eso no quiere decir que ERC se vaya a convertir en el felpudo del PSOE». «Aquí no culmina nada, no hemos llegado a la cumbre», asegura Ridao en una entrevista a Efe, en la que, no obstante, afirma que el nuevo modelo es «mucho mejor que el anterior» y «razonable, teniendo en cuenta las circunstancias». Cierto es que los 3.800 millones de los fondos adicionales responden a las peticiones de ERC, sostiene, pero su grupo no va a repetir la actitud de «aliado estable y permanente del PSOE» que mantuvo en la pasada legislatura, sobre todo porque Zapatero «ha engañado a casi todo el mundo y la fiabilidad del Gobierno está bajo mínimos».
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