«Todas las grandezas del mundo no valen más que un buen amigo»

MADRID- Su Majestad el Rey empezó ayer su brindis de la cena de gala con una cita de Cervantes y lo acabó citando en francés a Voltaire. Entre ambas referencias Don Juan Carlos marcó la pauta de la dirección que deben tomar las relaciones bilaterales entre los dos países y el camino por el que deben transitar las reuniones de la cumbre hispano-francesa que se celebra hoy en Madrid. Por el puente literario que tendió el Monarca en su discurso en el Palacio Real pasaron multitud de elogios a un «gran país vecino, socio y aliado», a un estado que ha quedado como «probado amigo de España». Pero también pasaron recomendaciones y deseos. De todo ello ya debieron hablar en la comida que al mediodía ofrecieron Don Juan Carlos y Doña Sofía, acompañados por Sus Altezas Reales los Príncipes de Asturias, al matrimonio Sarkozy en el Palacio de la Zarzuela. Pero era en la cena de gala donde el Rey debía lanzar el mensaje. Ante 140 invitados de todos los ámbitos sociales, Don Juan Carlos inició sus palabras con un mensaje fraternal sacado del autor de El Quijote: «Que amistades que son ciertas, nadie las puede turbar». Tan ciertas que el Rey no dudó en subrayar que «Francia y España comparte una misma visión, más aún, una misma ambición». El Monarca desgranó uno a uno los puntos que hoy abordarán los presidentes en la cumbre hispano-francesa, empezando sus palabras con un marcado tinte europeísta. El Gobierno quiere con esta visita dar un impulso a la vuelta de España al centro de Europa de la mano de Sarkozy, y para ese camino el Rey marcaba como fundamental la colaboración, la coordinación. «Cuantos más avances consigamos en el plano bilateral –afirmaba– más podremos contribuir a reforzar la integración de la Europa que nos ampara, de la Europa en la que creemos». Así, instaba a redoblar los esfuerzos para que «Europa gane en eficacia y visibilidad» en un futuro al que, dijo, debemos ser capaces de mirar «con confianza y serenidad». En el horizonte que saldrá de la cumbre de hoy y de la visita de Estado de ayer se marca en rojo la Presidencia española de la UE, para la que el jefe del Estado puso como referente «el excelente trabajo de Francia en el último semestre de 2008».Agradecimiento En esa relación bilateral en la que Don Juan Carlos insistió en profundizar, no podía obviar el principal punto de encuentro y colaboración de los dos países: la lucha contra ETA. En este campo, quiso expresar al jefe del Estado galo «una vez más y de todo corazón mi profundo agradecimiento y el de todos los españoles por la ejemplar cooperación policial y judicial de Francia, así como los resultados alcanzados en la lucha contra el terrorismo y la delincuencia organizada». Tan importante es este punto de unión entre París y Madrid que el Monarca resaltó la reunión que hoy mantendrán los ministros del Interior «para seguir impulsando, con creciente intensidad y eficacia, su estrecha colaboración al servicio de un espacio de libertad, seguridad y justicia en beneficio de nuestros dos países y de Europa entera».En un discurso de esta índole, el Monarca no podía ser ajeno a una crisis económica que «sólo lograremos superar a través de la acción coordinada y del mayor compromiso con las instancias multilaterales». Tampoco se olvidó de agradecer el esfuerzo de Sarkozy «para que se reconozca el papel que nuestro país puede y debe desempeñar en la definición» del nuevo orden económico mundial. Tras las líneas fundamentales, y después de visitar juntos el Museo del Prado, el Rey invitó al presidente galo a promover el «impresionante acervo» que ambos países han contribuido a forjar.El discurso de Don Juan Carlos sirvió como colofón a una visita de Estado que ha generado especial expectación y como preludio a una cumbre ligeramente ensombrecida por el ciclón mediático que ha generado Carla Bruni, pero presidida, como culminaba el Rey, por una frase de Voltaire: «Todas las grandezas del mundo no valen más que un buen amigo».

Unidos contra las redes de inmigración ilegalEspaña y Francia pondrán en marcha «operaciones comunes» para desmantelar las redes que trafican con personas, según establece la declaración sobre seguridad interior que los presidentes de ambos países, José Luis Rodríguez Zapatero y Nicolás Sarkozy, suscribirán hoy, informa Ep. Estas operaciones implicarán también la detención de los inmigrantes que se encuentren en situación ilegal y que hayan caído en las manos de las mafias. Éste será el principal acuerdo que saldrá hoy de la XXI cumbre bilateral entre los dos países. Para desarrollar esta nueva colaboración policial –España y Francia tienen desde 2004 equipos conjuntos para luchar contra ETA, que luego se ampliaron al tráfico de drogas y el terrorismo islamista– se «irá aumentando» la presencia de oficiales de enlace en los servicios especializados. Los dos países también se comprometen a participar, «cuando sea necesario» y «juzguen oportuno», en vuelos conjuntos para repatriar a los inmigrantes ilegales a sus países de origen, y se apoyarán «mutuamente en los procesos de identificación» de los «sin papeles».