Más de 375 millones de ciudadanos eligen a sus 736 eurodiputados

MADRID- Más de 375 millones de ciudadanos, de 27 países distintos, han sido llamados a las urnas desde el pasado jueves hasta hoy para elegir a los que serán sus representantes en el Parlamento Europeo (PE) durante los próximos cinco años. Cierto es que desde 2007 la Eurocámara está compuesta por 785 parlamentarios, pero tras los comicios esta cifra bajará a 736. Y la causa no es otra que el ingreso en la UE de Bulgaria y Rumanía, lo que modificó el Tratado de Niza.
Pero, aunque cada país elige a sus representantes, los eurodipu-tados no se agrupan por nacionalidad, sino por su afiliación política. Actualmente, hay siete grupos políticos, cuyo objetivo es representar al menos a siete estados miembros. Tras estos comicios, cada formación estará formada como mínimo por 25 parlamentarios. Además, ninguno de estos grupos detenta mayoría absoluta (393 escaños), por lo que las alianzas están a la orden del día.
El Parlamento Europeo es la única institución europea cuyos miembros son escogidos directamente por los ciudadanos. Sin embargo, hasta 1979 eran designados por los gobiernos nacionales y permanecían en sus cargos durante dos legislaturas. Así, las primeras elecciones directas tuvieron lugar hace exactamente 30 años. Es evidente que los poderes del Parlamento han aumentado. Sin embargo, el interés por estos comicios ha disminuido considerablemente. Si hace tres décadas la participación llegaba al 62 por ciento, ahora se sitúa en el 40,6.
Los países que más parlamentarios tendrán en la Eurocámara tras estos comicios serán Alemania (99), Francia (72), Reino Unido (72), Italia (72), España (50) y Polonia (50). Un reparto que nada tiene que ver con la riqueza de un Estado, su antigüedad o el poder político que éste pueda tener en el exterior. La asignación se realiza en función de la población. Así, los países que menos eurodiputados tendrán son Letonia (8), Eslovenia (7), Estonia (6), Chipre (6), Luxemburgo (6) y Malta (5).
La paridad
Un principio de proporcionalidad con lagunas, ya que sólo el 30 por ciento de los europarlamentarios son mujeres, pese a que representan a la mitad de la población con derecho a voto. Es más, el primer presidente de la Eurocámara elegido directamente fue una mujer, Simone Veil. Mientras países como Estonia o Luxemburgo han logrado la paridad, otros como Chipre o Malta no tienen ninguna eurodiputada.
Para asegurarse de que las mujeres lleguen a estos puestos, algunos gobiernos y partidos han introducido el «mecanismo Zipper» o listas trenzadas, en las que se intercalan hombres y mujeres. Un último apunte: ningún partido tiene a una mujer como única presidenta.
Cada Estado miembro mantiene sus tradiciones y éstas marcan la diferencia. Así, en la mayoría de países, los ciudadanos pueden votar y presentarse a las elecciones a partir de los 18 años, salvo en Austria, donde la edad mínima es de 16, y en Italia, donde hay que acreditar 25 años para ser candidato.
Diferencias éstas que se hacen más evidentes en lo que a libertad de sufragio se refiere. En Bélgica, Chipre, Grecia, Italia y Luxemburgo los ciudadanos están obligados a votar en los comicios europeos. Tanto es así que imponen multas de hasta mil euros a quienes infringen esta norma de forma reiterada y sin justificación.
Incompatibilidades
Todos los candidatos sueñan con ocupar un asiento en la Eurocámara, pero deben cumplir unos requisitos. Según establece la ley electoral de la UE, hay varias incompatibilidades con el cargo de eurodiputado. Así, un europarlamentario no puede formar parte del Gobierno de un Estado miembro o de un Parlamento nacional, ni tampoco ser funcionario en activo de alguna institución europea. Límites que se ven ampliados en función de la legislación interna de cada país.
El proceso de elección de los candidatos concluirá el día 27, después de que termine el escrutinio de votos, se asignen los escaños y sean proclamados todos los candidatos electos. El nuevo Parlamento Europeo se constituirá el 14 de julio.