Messi y Xavi no son suficiente

Y eso que con la entrada en juego de Leo Messi, en la segunda mitad, parecían haberse solucionado todos los males del Barça. Al argentino le bastaron dos minutos para marcar.
Los barcelonistas se olvidaron del fútbol que les ha llevado a dominar todos los partidos en los que compiten. Contagiados por el ultraconservadurismo del rival, el Barça tuvo que echar mano de Messi y Xavi para dar otro aire al apático conjunto blaugrana.
Escaldados por el 0-5 encajado en Basilea, los suizos decidieron colgarse del travesaño. Un portero, un delantero y el resto distribuidos en dos líneas, el Barça parecía no tener prisa.
No tenía su fútbol la velocidad de ejecución mostrada en los encuentros precedentes, le sobraba un toque en cada acción y ante el voluntarioso juego de los suizos, los de Guardiola decidieron no forzar la máquina.
Hasta que no apareció en escena Messi, el partido fue plano. El argentino demostró su categoría. Salió en el minuto 60 y en la primera ocasión que tuvo, marcó.
Fue una asistencia de Henry que Messi aprovechó para superar a Constanzo. El gol no varió los planes. Los aficionados locales estaban más pendientes del estado físico de Iniesta, que tuvo que ser sustituido por Etoo en el minuto 67, que del irreconocible juego del equipo.
Las malas noticias para los barcelonistas no acabaron aquí porque en la única aproximación del Basilea a Valdés, el Basilea marcó por medio de Derdiyok. En el minuto 82 todo fueron prisas para el Barça. No llegó el gol y el Basilea, el rival con el que nadie contaba en el grupo C, sumó su primer punto en cuatro jornadas de Liga de Campeones. Los azulgrana, además, ven ahora comprometida la primera posición del grupo. Algo que no estaba en los planes.