Montilla alerta de que julio es el mes límite para cerrar el pacto de la financiación

El Gobierno tiene un mes y una semana para llegar a un acuerdo sobre financiación con la Generalitat. Agotado este plazo, la parte catalana romperá la baraja. Harto de aplazamientos, José Montilla puso ayer una fecha límite a las conversaciones. «No podemos retrasar este tema más allá de julio y presentarnos en septiembre sin haber cerrado la financiación», sentenció el presidente de la Generalitat. En todo caso, la fecha del 15 de julio –cuando debe reunirse el Consejo de Política Fiscal y Financiera– no es lo que más le preocupa.En las últimas semanas, el Gobierno ha movido ficha para intentar culminar el acuerdo, pero la oferta todavía no complace a la Generalitat. En una entrevista en Rac1, el presidente catalán explicó que las propuestas del Gobierno han servido para que el pacto esté «más cerca», aunque advirtió de que todavía «hay muchas cosas que solventar». Sin embargo, lejos de lanzar malos augurios, Montilla se mostró «optimista» respecto a un desenlace satisfactorio.Por el momento, lo que ha conseguido Montilla es conjurar al tripartito para permanecer unidos en la recta final. ERC, el socio más proclive a descolgarse del pacto, cerró filas con el Govern y evitó la tentación de unirse a CiU. El secretario general de los republicanos, Joan Ridao, alabó al conseller de Economía, Antoni Castells, porque «está negociando bien y está aguantando bien». Su firmeza tranquiliza a Esquerra, que teme el escenario de tener que justificar ante sus bases un acuerdo a la baja.Ridao clarificó que los dos aspectos esenciales de la negociación –la cifra total de recursos y el modelo– no están suficientes maduros. El dirigente de ERC precisó que el principio de ordinalidad –según el cual Cataluña no puede perder puestos en el «ranking» de recursos per cápita después de contribuir a la solidaridad interterritorial– no está garantizado, al igual que la nivelación parcial, la cual debe permitir que la aportación de los catalanes sólo sirva para financiar los prestaciones públicas básicas de otras comunidades (sanidad, educación, servicios sociales) y no el resto.ICV, por su parte, puso el acento en que los tres socios del tripartito actúen de aquí al final de las negociaciones de manera conjunta para evitar un desbarajuste interno. «Para que no haya una salida de cada uno por su lado», recomendó su secretario general, Joan Herrera.«Acuerdo trampa»Desde el PP catalán, su presidenta, Alicia Sánchez Camacho, dio por hecho que habrá pacto entre Gobierno y Generalitat. Su opinión es que el Ejecutivo «está preparando un acuerdo trampa» basado «en el déficit y en la subida de impuestos» y que Montilla «aceptará lo que haga falta» porque no puede asumir un «fracaso». «Les motivan mucho más los coches oficiales que el futuro de Cataluña», afirmó.Finalmente, el presidente de CiU restó trascendencia al ultimátum del presidente de la Generalitat sobre el mes de julio porque «las fechas de Montilla no tienen ninguna credibilidad porque se han incumplido todas».