«Prefiero los cuernos reales a los virtuales»

-Presenta su novela «El arte de perder» (Planeta). ¿Qué tal se le da perder?-Muy bien. He perdido a fondo: a mi hermano, a mi padre, a mi madre y al que creía que era el hombre de mi vida. Decidí escribir esta novela para encontrar un lugar honorable a tanta pérdida: la literatura.-Ha ganado el premio Azorín. ¿No es una contradicción ganar con el arte de perder?-Sí, ja, ja, ja. Una se entrena a fondo perdiendo para un día ganar.-Los perdedores funcionan en la literatura y en el cine, pero no en la vida...-A la gente no le gusta perder. La pérdida produce dolor.-En una sociedad ansiosa de éxito, ¿qué pinta el perdedor?-Hay un perdedor que lo es porque no comulga con los valores tradicionales. Ése me gusta. No me gusta el perdedor cínico. -Una novela construida a través de e-mails y sms con su amante. ¿Eso permite una relación más erótica?-Siempre que se lleve a la práctica. Primero se construye el deseo. Luego hay que llevar el deseo a la realidad.-Me imagino que en esta novela van parte de sus fantasías sexuales...-Sí. Tengo muchas fantasías sexuales. Soy escritora, apasionada y una tía libre. No soy nada mojigata.-Algo habrá descubierto de sí misma escribiéndola...-Que todas mis pérdidas lo son por intentos de amar. Que hay que entender el corazón del hombre para encontrar un punto de diálogo. Que soy incombustible. Que tengo mucha energía y deseos de ser feliz.-No sé si internet ha convertido el arte de amar en otra cosa...-En todo caso, en un sucedáneo del amor. Yo prefiero lo real al sexo virtual o cibernético.-Si su pareja practicara sexo virtual, ¿le parecería una infidelidad?-Ya puestos, casi prefiero los cuernos reales a los virtuales.-Se pregunta en su novela qué clase de monstruos da a luz internet...-Gente que tiene miedo a lo real, a amar de verdad, a la pasión. Gente que se esconde en la cueva de la soledad, de la red. La comodidad es una excusa para no amar.-El mayor enemigo del amor, dice la protagonista, es el miedo a perder...-Sí, el miedo al fracaso, al ridículo, al compromiso, a perder la comodidad. Los que dicen que solos están más cómodos son gallinas.-¿Los políticos dominan el arte de perder?-Sé que cuando ganan se olvidan de la vida real, de la gente y de que un día pueden perder. Y levitan.-Leo que la crisis aviva el erotismo casero. Nada más barato que montárselo por internet...-Más barato y más falso. La sociedad de consumo necesita que seamos infelices siempre para vendernos sucedáneos de felicidad hasta en el sexo.-La recesión, leo, también afecta a la erección...-El miedo es un antídoto contra el sexo. En las crisis reina el miedo.-«El arte de perder». ¿Qué vamos a perder sobre todo en esta crisis?-Vamos a ser, creo, menos consumistas. Vamos a perder algo que no está mal: dejaremos de adorar al becerro de oro.-Son modas: pasaremos al de plata...