Reina el optimismo

Optimismo es la palabra que define el ambiente de ayer en torno al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, tras su declaración ante el juez José Flors. Esta vez, según detectó ayer mi amigo Rogelio intra muros palatinos, imperaba la convicción de que la verdad se impondrá. Camps se pagó sus trajes y no interfirió en los procedimientos de adjudicación a Orange Market. No sólo lo aclaró el interesado, lo ratificó también en su comparecencia el propio Álvaro Pérez Alonso «el bigotes». Ahora el interés se centra en que la actuación judicial se desarrolle con la mayor celeridad posible. Mientras tanto, la orden es tajante desde el Palau, silencio absoluto y respeto escrupuloso al secreto sumarial. Las filtraciones a la prensa, si se producen, que sea desde otras partes. Total interés en no contravenir los deseos del magistrado, contrario a ver reflejados en los medios de comunicación acontecimientos que se produzcan en su territorio. Evidentemente, si esto es así, los implicados lo deben tener muy claro. Tan claro, que mi amigo está seguro de que así lo ha hecho constar su señoría a los implicados. El episodio entra en otra deriva. Un Camps con bríos renovados se dispone a la batalla de la campaña electoral para las europeas, que precisamente empieza esta noche.