Sevilla
Miguel Carcaño: «Samuel y El Cuco pudieron sacar a Marta de la basura»
Un error del centro penitenciario permitió al principal implicado saber que sus conversaciones estaban intervenidas.
Miguel Carcaño cree –al menos así lo manifiesta–que «El Cuco» y Samuel pudieron sacar el cuerpo de Marta del Castillo del contenedor de basura después de que el menor y él mismo lo tiraran tras violarla y asesinarla, según asegura en las conversaciones intervenidas por el juez. Carcaño sostiene que manifestó, en primer lugar, que tiraron a Marta al río inducido por la Policía.Las conversaciones de Miguel con su abogada fueron grabadas en el locutorio de Morón por orden judicial, después de que la cárcel, por error, notificara el 2 de marzo al imputado el auto en el que el juez autorizó a la Policía la intervención de sus llamadas y su correspondencia, según Efe. La dirección de la cárcel comunicó al juez que este «lamentable error» se produjo por la costumbre de notificar a los presos todas las comunicaciones sobre su situación y debido a que el oficio de la Policía llegó por fax un día antes que la notificación del secreto. Según el contenido de las conversaciones, Miguel se muestra preocupado por la no aparición del cuerpo, recogió Efe, asegurando, incluso, sentir «un agobio muy grande» ante la posibilidad de que lo trasladen a un módulo común del centro penitenciario de Morón. «Si no me linchan, me van a apuñalar», manifestó el principal implicado en el «caso Marta».Tras darle «muchas vueltas», Carcaño considera que «El Cuco» y Samuel B. P. pudieron sacar el cuerpo de la joven de 17 años cuando él estaba en la casa de su novia de Camas, siempre a partir de las 22:50 horas. Carcaño mantiene que ni la familia de su novia –en contra de lo que ella sostiene– ni su hermano tuvieron en ningún momento conocimiento de los hechos sucedidos.El principal implicado en el crimen insiste en que «el pequeño» y él tiraron el cuerpo al contenedor cercano a la calle León XIII entre las 20:30 y las 22:30 del 24 de enero, «aunque parezca imposible que nadie nos viera».En sus conversaciones, Miguel asegura que utilizaron una silla de ruedas para trasladar a Marta y que, efectivamente, se cruzaron con un vecino en el portal. «Mi vecino dice la verdad, pero se equivoca de hora», asegura. Según el testigo, a quien el juez y la Policía dan mucha credibilidad, vio a Carcaño y alguien más con la silla a la 1:30 del 25 de enero.Es posible que «El Cuco» y Samuel «se hayan puesto de acuerdo para echarme el marrón a mí», se quejó Miguel. «Lo único que quiero es que aparezca (Marta), me da igual que me caigan cinco años más, pero que esto termine ya», manifestó Miguel.Según su relato, reveló la violación y el asesinato –versión que sustituyó a la del golpe con un cenicero tras una discusión– al mes de estar preso porque «había un momento en que no podía con esta carga y tenía que decir la verdad».Sobre la versión que señala el Guadalquivir como emplazamiento del cuerpo, Miguel insiste en que es fruto de la presión de la Policía. «No es que yo dijera nada, sino que ellos me iban poniendo mijitas. Yo decía que sí para que me dejaran tranquilo», asegura.El padre de Marta, por su parte, lamentó que el sistema judicial español permita que «los implicados sigan jugando» y consideró «imposible» que alguno de los incriminados pudiera sacar el cuerpo del contenedor, versión que ya consideró muy difícil. «Sacar una persona es todavía más difícil que arrojarla», dijo.
Carcaño y su hermano ofrecen como aval para la indemnización el piso en el que se cometió el crimenMiguel Carcaño acudió ayer a la citación del juzgado de Instrucción número 4 para tratar la notificación de la fianza de 240.000 euros para cubrir futuras indemnizaciones a la familia impuesta a los cuatro implicados mayores de edad del «caso Marta», esto es, el principal implicado; su hermano Francisco Javier, la novia de éste, María G.; y su amigo Samuel. El juez Molina ha dado a los imputados cinco días, desde la notificación, para que ofrezcan los bienes de que dispongan y el magistrado decidirá si los considera suficientes. Miguel ofreció como garantía el piso de León XIII. Su hermano Francisco Javier, según fuentes de la defensa, también recurrirá, probablemente, como aval al piso de la madre de ambos donde supuestamente se cometió el crimen y sobre el que pesa una hipoteca. Hoy comparecerá María G., según fuentes judiciales. El próximo martes debe acudir a los juzgados Samuel, que se encuentran en la prisión de Huelva. Cuando el magistrado decida si los avales son suficientes, pasará a estudiar la petición del abogado de la familia de Marta, quien denunció un posible delito de ocultación de bienes por parte de Francisco Javier. «El Cuco» no ha sido requerido para la indemnización al llevar su causa directamente el Juzgado de Menores. Si esta jurisdicción solicitase algún tipo de aval para indemnizar a la familia de la víctima, los padres del menor serían responsables subsidiarios.
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