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Terrazas bajo control

Terrazas bajo control
Terrazas bajo controllarazon

madrid- En un par de semanas el Ayuntamiento de Madrid comenzará a pintar nuevas rayas blancas en el pavimento de Centro. El Consistorio madrileño ha aprobado la instalación de terrazas a los bares de las plazas del Dos de Mayo, Chueca y del Ángel, donde antes estaba prohibido. Esta medida, iniciativa del concejal del distrito, José Enrique Núñez, tiene como objetivo controlar el botellón, sustituyéndolo por ocio controlado. De hecho, los bares que quieran poner terraza tendrán que cumplir que entre las 7 de la mañana y las once de la noche el ruido no supere los 65 decibelios y los 55 por la noche.Tampoco podrán disponer del servicio al aire libre todo cuanto quieran, el horario se ha limitado hasta la 1:30 de la madrugada los viernes y sábados y hasta medianoche entre semana. Asimismo, el número de mesas se determinará según el ancho del local. Los hosteleros, satisfechosCon todo, desde las asociaciones de vecinos y comerciantes se ha recibido muy gratamente la noticia, puesto que llevan años luchando contra el ruido y la delincuencia asociados al botellón. «Ya cuando se peatonalizó el entorno de Huertas nos preocupamos por el ruido que generaría y descubrimos que el botellón y la delincuencia se desplazaron a las zonas sin terrazas, así que es una gran noticia», explica Miguel Ángel Blázquez, presidente de la Asociación de Vecinos y Comerciantes de Huertas. Blázquez, que recuerda que delante del Café Central en la plaza del Ángel se han producido tres asesinatos en los últimos años, insiste en que el control de los propietarios de los bares, es el mejor remedio para evitar el ruido en las terrazas o el de los músicos ambulantes, así como advertir a sus clientes de los atracadores y ladrones por descuido que ahora se ceban con la zona. En este sentido, Vicente Pizcueta, presidente de la Asociación de Locales de Ocio Nocturno, señala que desde la Federación Madrileña de Asociaciones de Vecinos no se les ha trasladado quejas formales por el jaleo en las mesas en la vía pública. «En las zonas en las que se concentra el botellón, permitir las terrazas es una buena solución creativa para evitar el ruido –señala Pizcueta– pero hay que recordar que detrás de cada establecimiento hay un empresario que protege su negocio y, por consiguiente, su entorno».