Londres

«Miércoles negro» para Scotland Yard

«Miércoles negro» para Scotland Yard
«Miércoles negro» para Scotland Yardlarazon

Primero fue el giro radical que dio la investigación sobre la muerte del hombre que cayó desvanecido al suelo durante las manifestaciones del G-20, después de que el rotativo inglés «The Guardian» mostrara ayer en su web un vídeo en el que se apreciaba la agresión por parte de uno de los agentes de Policía. Las imágenes causaron gran conmoción en Reino Unido. En ellas se recoge a Ian Tomlinson, de 47 años, paseando tranquilamente por la calle. Parece no tomar parte activa en las protestas cuando es empujado por un policía, sin motivo aparente alguno, por la espalda hasta que se derrumba. Luego, un joven le ayuda a levantarse ante la atenta mirada de un cordón policial. El canal británico «Channel 4» completó la secuencia con nuevas imágenes en las que se aprecia al mismo agente golpeando al hombre con una porra.

 

Lo que pasó después es ahora una incógnita. La versión oficial defendía hasta ayer que Tomlinson cayó desvanecido al suelo y, tras la alerta de los manifestantes, la Policía acudió a socorrerle. Una vez trasladado al hospital más cercano, sólo pudieron certificar su muerte por «causas naturales». Desde ayer se cuestiona absolutamente todo ante las críticas de una sociedad aún consternada por el «caso Menezes».

 

En consecuencia, la Comisión Independiente de Quejas de la Policía (IPCC, en sus siglas en inglés) retiró ayer a la división policial de la «City» de la investigación y ordenó una segunda autopsia. La vicepresidenta del organismo, Deborah Glass, matizó la importancia de localizar a los oficiales que asistieron al incidente y, ante la tensión provocada por el vídeo, a última hora de la noche un policía se entregó al regulador asegurando que había sido el responsable del empujón. Su rostro aparece oculto en grabación por un pasamontañas y un caso. La familia del fallecido rompió ayer su silencio para pedir «justicia». Por su parte, los organizadores de las protestas, «G-20 Meltdown», han convocado manifestaciones para este fin de semana en repulsa de lo que ya califican como un «asesinato» y han pedido a los participantes que vayan de negro.

 

En medio del revuelo, saltó a los medios el «descuido» por parte de uno de lo máximos responsables de Scotland Yard que precipitó un importante operación antiterrorista en el suroeste de Inglaterra. El subcomisario Bob Quick se entrevistó ayer con Gordon Brown y a su llegada a Downing Street, los fotógrafos recogieron sin problemas los documentos que portaba bajo el brazo y que, con el epígrafe de «secretos», revelaban las identidades de las personas que iban a ser detenidos así como las ciudades de la operación. Cuando los medios se hicieron eco de la noticia, los responsables policiales decidieron llevar a cabo las redadas que dieron con al menos 12 detenciones de paquistaníes relacionados con Al Qaida. Quick tuvo que disculparse con el comisario jefe de Scotland Yard, Paul Stephenson, a quien aseguró «lamentar profundamente» haber dejado el documento a la vista. No obstante, está por determinar si el incidente le costará sanciones o, incluso, el puesto.

 

En mayo del año pasado, ocurrió un episodio similar cuando la entonces ministra de Vivienda, Caroline Flint, dejó a la vista de las cámaras el informe que hacía mención a los precios del sector en medio de la crisis «subprime».