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Alegría en India por la ejecución extrajudicial de cuatro presuntos violadores

Los ciudadanos de Hyderabad (al sur de India) lanzaron flores a los policías que dispararon a los presuntos violadores de una joven de 27 años.

People shout slogans as they gather at the site where police shot dead four men suspected of raping and killing a 27-year-old veterinarian, in Chatanpally on the outskirts of Shadnagar town
La gente grita consignas de apoyo a los agentes mientras se reúnen en el sitio donde la Policía mató a tiros a cuatro hombres sospechosos de violar y matar a una joven de 27 años. Foto: REUTERS / Swarat GhoshSWARAT GHOSHReuters

Donde no hay justicia, hay venganza. El “imperio de la ley” no ha conseguido poner freno a una ola de violaciones que no ha hecho más que crecer desde hace varios años. Las leyes contra las agresiones sexuales se endurecieron en el año 2012, después de que seis hombres violasen, torturasen y asesinasen a una joven universitaria en un autobús en Nueva Delhi. Pero nada ha dado resultado para acabar con esta lacra. De hecho, según la Fundación Thomson Reuters, India es el país más peligroso para ser mujer. Solo en el año 2017, la Policía registró 33.658 violaciones (92 violaciones al día).

Mohammad Areef, Jollu Shiva, Jollu Naveen y Chintakunta Chennakeshavulu murieron tiroteados este viernes alrededor de las 6 o 6:30 de la mañana, cuando se encontraban bajo custodia policial, y sin que un juez hubiese dictado formalmente su culpabilidad. Los agentes defienden que los detenidos se lanzaron a coger sus armas y que trataron de huir, momento en el cual desenfundaron las armas y dispararon contra ellos.

Sucedió en Hyderabad (al sur de India), en el mismo lugar donde se encontró el cuerpo calcinado de la víctima, una joven veterinaria de 27 años que fue engañada por cuatro hombres, que fingieron prestar su ayuda para reparar las ruedas de la motocicleta que ellos mismos habían pinchado. La arrastraron a unos arbustos, la violaron, la asfixiaron y después quemaron su cuerpo en un descampado.

La indignación que despertó el caso fue tal que hizo que el país se llenase de movilizaciones exigiendo una mayor contundencia y eficacia en la lucha contra las violaciones. Algunos pidieron -incluso- que los culpables fueran linchados, colgados, (…). La Policía también fue muy criticada por no haber actuado lo suficientemente rápido tras la alerta por la desaparición de la joven.

La familia de la víctima ha recibido con regocijo la noticia: “Han pasado 10 días desde el día en que murió mi hija. Expreso mi gratitud hacia la Policía y el Gobierno por esto. El alma de mi hija debe estar en paz ahora”, decía el padre de la joven. La madre -por su parte- expresó que por fin se había hecho justicia: “Nunca pensé que obtendríamos justicia. Ninguna otra chica debería experimentar lo que experimentó mi hija”.

Una multitud llegó al lugar de los hechos para aplaudir la acción policial, algunos llegaron -incluso- a lanzarles flores. Las redes sociales enloquecieron y expresaron su alegría compartiendo fotografía de los “héroes”.

En este escenario, es difícil posicionarse en contra de unos agentes que dieron “justicia poética” a los presuntos culpables. Pero algunos lo han hecho. La Asociación de Mujeres Progresistas de Toda India condenó la presunta ejecución extrajudicial: “A nosotros, como país, se nos dirá que se ha hecho ‘justicia’, (...) Pero esta justicia es falsa”, sentenció la asociación en un comunicado.

En él lamentaban el hecho de que la Policía realizase una ejecución extrajudicial, solo evidenciaba la incapacidad de las autoridades proteger a las mujeres. Amnistía Internacional India también se expresó en contra de la forma en la que murieron los acusados: las ejecuciones extrajudiciales “no son una solución para prevenir las violaciones”.