Volcán

El mortífero historial del volcán filipino Taal: 6.000 muertos en 34 erupciones

Es uno de los más activos de Filipinas a pesar de su pequeño tamaño. Miles de turistas acuden a cada año a visitar su entorno

Otro punto de vista de la columna de humo, visible a más de 60 kilómetros a la redonda
Otro punto de vista de la columna de humo, visible a más de 60 kilómetros a la redondaAaron FavilaAgencia AP

El volcán El Taal, el más peligroso y uno de los más mortíferos de Filipinas, es también uno de los más activos a lo largo de la historia del país a pesar de que puede parecer pequeño por su tamaño. Existen registros que indican que ha tenido al menos 34 erupciones en los últimos 450 años. La última de ellas, hasta la actual, ocurrió en el año 1977.

Filipinas alberga en su geografía unos 200 volcanes, pero solo 21 están activos. Según los expertos, Taal es el más letal de todos ellos. Sus erupciones se han registrado desde finales de 1500, si bien los fallecidos como consecuencia de su actividad solo se registraron a partir 1754. Según algunas estimaciones, hasta ahora Taal ha causado al menos 6.000 muertes.

Este volcán se encuentra en una zona densamente poblada y resulta fácilmente accesible desde Manila, la capital del país. De hecho, miles de turistas peregrinan cada año en excursiones para ver el lago Taal desde la famosa cordillera Tagaytay, que se ha convertido en una zona residencial exclusiva.

Aunque la isla del volcán está clasificada como una “zona de peligro”, esto no ha desanimado a los residentes que se establecieron allí. El atractivo de este paraje es tal que en incluso en 2007 una compañía coreana habría planeado abrir un spa en la isla, un proyecto que no prosperó dado que el gobierno intervino para bloquearlo.

Las erupciones de 1754 fueron tan poderosas que alteraron la geografía del área. La configuración del lago servía de entrada al mar, pero las erupciones bloquearon el canal, convirtiendo la entrada en un lago y haciendo que el agua del mar finalmente se convirtiera en agua dulce.

La erupción en 1911 estuvo precedida por dos días de terremotos. Según la autora científica Maria Elena Paterna, se pudo escuchar una explosión gigantesca, seguida un día después por varias más a 200 kilómetros de distancia. La erupción mató a 1.335 personas en pocos minutos. En 1965 nuevas erupciones acabaron con la vida de 190 personas. Desde entonces se han producido otras cuatro erupciones de menor magnitud.

Una serie de erupciones ahora podría ha desplazado ya a miles de personas y podría destruir aldeas, enviar polvo al aire, poner en peligro a los aviones y causar un tsunami en el lago que podría inundar las aldeas circundantes. Filipinas tiene 24 de los 400 volcanes más activos del planeta.