Jair Bolsonaro
Plan de Bolsonaro para combatir el embarazo adolescente: esperar al matrimonio
El Gobierno brasileño lanzará una campaña antes del carnaval para promover la “iniciación sexual no precoz”
El Ministerio de Mujer, Familia y Derechos Humanos de Brasil, comandado por la popular abogada y pastora Damares Alves, lanzará el próximo mes, días antes del inicio del carnaval, una campaña dirigida a menores de entre 10 y 18 años para promover la “iniciación sexual no precoz” como forma de evitar el extendido embarazo adolescente.
Damares, la ministra que ganó fama por exaltar el uso de vestimenta de color azul para los niños y rosa para las niñas, aseguró que la campaña -que despertó la polémica en el país, y la crítica de profesionales y gestores del sistema público de salud- está fundada en la ciencia y no en valores religiosos.
“Es una demanda de la familia. El argumento que yo estoy buscando es: una niña de 12 años no está lista para ser ‘poseída’. Si me prueban -científicamente- que el canal de la vagina de una niña de 12 años está listo para ser ‘poseído’ todos los días por un hombre, yo paro de hablar ahora", declaró la ministra de Mujer, Familia y Derechos Humanos.
El “Plan Nacional de Prevención al Riesgo Sexual Precoz” está enmarcado dentro de las políticas sobre “costumbres” que defiende el Gobierno de Jair Bolsonaro, promotor de una agenda moral ultraconservadora apoyada por poderosos cultos evangélicos. Uno de sus más fervientes defensores es el influyente diputado y pastor evangélico Marco Feliciano, miembro de la iglesia “Catedral del Avivamiento” y firme aliado del presidente brasileño. Hay que recordar que los evangelistas fueron uno de los grandes lobbies y mecenas de la campaña de Bolsonaro.
El Consejo Nacional de Salud (CNS) de Brasil, que fiscaliza las políticas públicas para el sector, criticó la campaña del Ministerio de Mujer, Familia y Derechos Humanos, y aseguró que la información y la educación sexual son las formas más eficaces de prevención.
“Este tipo de política es perjudicial, no sólo para la juventud, sino para toda la población brasileña”, indicó Vanja Andréia, consejera nacional de Salud en representación de la Unión Brasileña de Mujeres (UBM).
Ante la polémica, la cartera que conduce Damares explicó que “es una política pública que busca crear conciencia entre jóvenes y adolescentes sobre las consecuencias del embarazo precoz y para que tomen decisiones mejor informados”.
Según la ministra, que achacó las críticas a su condición de pastora, lo que se busca es -simplemente- presentar “un método anticonceptivo más” para "hacer más amplia y completa la política de educación sexual ya implementada por el Estado brasileño, que -hasta el momento-, ignoró el aplazamiento de la iniciación sexual”.
Para Damares, “el sexo no es sólo cuerpo, exige una madurez emocional”. Y preguntó: “¿Qué mal le estoy haciendo yo a un adolescente al conversar con él sobre responsabilidad o sobre salud?”.
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