Coronavirus

¿Cómo es el encierro de los menores en el resto del mundo?

Italia junto a España es el país más estricto. En otros Estados europeos y en EE UU los pequeños han gozado de un confinamiento más flexible y en algunos, como en Alemania y Francia, volverán a las aulas en pocas semanas

Una pequeño con mascarilla acompañado por sus padres en una calle de Hong Kong
Una pequeño con mascarilla acompañado por sus padres en una calle de Hong KongJOYCE ZHOUREUTERS

Italia: Salir de casa para comprar con los padre o en caso de urgencia

En Italia, el debate sobre la posibilidad de que los niños salieran a la calle se produjo hace casi tres semanas. Finalmente, tras una serie de debates, lo acordado por el Gobierno es que solo tenían consentido acompañar a unos de sus padres cuando estos tuvieran que hacerlo «por motivos de absoluta urgencia, necesidad o por motivos de salud».

Una de estas excepciones podía ser, por ejemplo, salir a hacer la compra, lo que se considera una actividad esencial. La justificación es que, si no hay otro adulto en casa, los menores tampoco se pueden quedar solos. Por tanto, los niños italianos no tienen permitido salir a la calle a dar paseos o realizar actividades lúdicas sin más justificación. Aunque el Ministerio del Interior llegó a publicar una circular en la que sí lo contemplaba.

Tras fuertes tensiones internas, el primer ministro, Giuseppe Conte, aclaró horas más tarde que esta hipótesis se había descartado. E incluso algunas regiones, como Lombardía o Piamonte, rechazaron que los menores pudieran acompañar a uno de sus progenitores para cuestiones básicas. En cualquier caso, en la mayor parte del territorio italiano siempre ha estado permitido dar breves paseos o correr en solitario cerca de casa.

Francia: Vuelta a las aulas el 11 de mayo tras una cuarentena permisiva

La versión del confinamiento en Francia, algo más ligera que en España o Italia, ha permitido cierta flexibilidad con la cuestión de los niños, si bien es cierto que algunas prefecturas locales la han endurecido hasta parecida a nuestro país. Pero fuera de esos casos, en ciudades como París se puede ver cada día a niños acompañados de alguno de sus padres paseando por la calle o jugando de forma puntual con algún balón o triciclo.

En la mayoría de casos, las familias cumplen con las restricciones impuestas por el Gobierno y asumen que se trata de un tiempo limitado, en un área cercana al domicilio y siempre acompañados de alguno de sus progenitores. Las autoridades han tenido en cuenta a la hora de tomar estas flexibilidades que en ciudades densamente pobladas como París, hay familias que comparten pisos minúsculos y no conceder ciertas licencias podría resultar contraproducente para el confinamiento mientras los hospitales no llegaran a colapsarse.

A partir del 11 de mayo, la educación obligatoria volverá a abrir sus puertas de forma gradual. No así la superior que quedará para septiembre. El Ejecutivo cree que en las primeras etapas de educación se pueden agrandar las diferencias sociales.

Reino Unido: Deporte al aire libre y colegios abiertos para hijos de sanitarios

En Reino Unido el confinamiento empezó el pasado 23 de marzo y se ha extendido hasta, mínimo, el 7 de mayo. Pero es mucho más relajado que en España. Los ciudadanos, incluidos los niños, pueden salir al menos una vez al día a realizar deporte al aire libre.Y aunque los colegios están cerrados, los trabajadores que se consideran claves (sanitarios y reponedores, entre otros) pueden dejar a sus hijos en la escuela. También se atiende a los niños de las familias más vulnerables, a los que se les sigue ofreciendo servicio gratuito de comedor.

En Reino Unido, el curso escolar no termina hasta mitad de julio. Según la prensa local, el Gobierno estaría barajando abrir de nuevo los centros tan pronto como el mismo 11 de mayo. Aunque todos los exámenes ya han sido suspendidos y se puntuará a los estudiantes confirme el trabajo realizado a lo largo del curso.

Un estudio del University College de Londres afirmó que el cierre de los colegios ha tenido un impacto relativamente pequeño en la propagación del virus. Pero, pese al impacto económico que eso tendría, el responsable de Educación, Gavin Williamson, no quiere abrirlos de manera precipitada.

Alemania: Obligación de ir siempre en familia y cierta normalidad en las calles

Alemania fue uno de los países europeos que no impuso el confinamiento de la población, sino restricciones, lo que, desde un primer momento, permitió que los menores pudieran salir de sus casas siempre y cuando, y al igual que rige para los adultos, lo hicieran en grupos de no más de dos personas, aunque esta excepción fue ampliable a más miembros cuando se convive en un mismo hogar. Una razón que, en las últimas semanas, ha permitido que las familias con menores tuvieran cierta normalidad en las salidas y que ver a padres con sus hijos compartiendo ratos de ocio en la calle fuera algo común.

Por el momento, estas medidas se han prorrogado hasta el 3 de mayo. Un día después, el 4 de mayo, se reabrirán las escuelas. Primero volverán a las aulas las clases de fin de curso, los que afrontan exámenes de fin de ciclo como la selectividad y las superiores de la escuela primaria. La Academia Nacional de Ciencias Leopoldina recomendó reabrir gradualmente, y con requisitos, las escuelas primarias y secundarias lo antes posible. Los científicos dijeron que una condición para ello es que las infecciones bajen –en líneas generales se está cumpliendo– y que sean observadas las normas de higiene recomendadas por las autoridades.

EE UU: Uso de mascarillas y colegios cerrados para 32 millones de alumnos

En EE UU no hay una respuesta unitaria a la epidemia. Tampoco en lo que respecta a los niños. Aunque el Gobierno federal ha creado una serie de planes y guías, cada estado trabaja por su cuenta. En Nueva York, por ejemplo, el confinamiento dista de ser tan estricto como el experimentado en países como España.

Los niños pueden salir a la calle, aunque las mascarillas sean ya obligatorias en todos los lugares donde no sea posible guardar la distancia de seguridad. Entre tanto más de 30 estados, que atienden a más de 32 millones de alumnos, han suspendido las clases para todo el curso escolar. Ni siquiera está claro que los colegios puedan regresar en septiembre y todo parece apuntar a que este verano tampoco habrá campamentos ni actividades extraescolares.

Aunque las consecuencias académicas y económicas del cierre son profundas, y aunque en lugares como Nueva York o Texas los colegios cumplen un papel esencial para garantizar que los alumnos más desfavorecidos tienen acceso a comida y servicios médicos, los científicos advierten: nadie sabe todavía si los niños constituyen un vector masivo de contagio. En ausencia de test masivos conviene mantener la guardia alta.

China: Clases virtuales y protección obligatoria en lugares públicos

Tejasvi es una estudiante de primero de primaria de un colegio concertado hongkonés. Desde que en enero la ciudad china decidió cerrar los centros educativos, su vida cambió drásticamente como la de millones de niños a lo largo del globo. Nada de parque. Ni de karate. Ni de amigos. Las clases se acabaron y tocaba quedarse en casa. Como ella, todos los escolares hongkoneses quedaron recluidos desde entonces en sus reducidas casas conectados con el exterior a través de las redes sociales e internet.

Aunque por suerte en la ex colonia británica no hubo que imponer un confinamiento como en el resto de China, fueron los propios ciudadanos quienes motu proprio dejaron a sus hijos en el hogar. Las calles quedaron vacías de juegos y los que se atrevían a salir a los parques apenas encontraban compañeros de diversión. Sin embargo, durante todo este tiempo no han dejado de estudiar. Incluso han tenido clases virtuales de Educación Física. Ahora, todos anhelan que con la situación cada vez más bajo control quede menos para volver a las aulas y se recupere una cotidianidad que ya estaba acostumbrada al uso de mascarillas y a los desinfectantes colgados de la mochila.