Coronavirus
Turquía, nuevo punto caliente del coronavirus en Oriente Medio
El 10 de marzo detectó el primer caso y ahora ya supera a Irán con 98.000 contagiados. El Gobierno impone el toque de queda coincidiendo con el inicio del Ramadán
Turquía ha vivido un tardío brote de coronavirus respecto a sus vecinos regionales, pero en cinco semanas, desde que se registró el primer caso el 10 de marzo, ha superado a todos los países de Oriente Medio en cuanto casos confirmados, con 98.674 positivos. El número de muertes asciende a 2.376. Hasta ahora era Irán quien lideraba el luctuoso recuento, pero al menos oficialmente el número de contagios en la república islámica es de 87.026. Otra cosa son los fallecidos, cuya cifra asciende a 5.481.
Hoy empieza el Ramadán en el mundo musulmán y las autoridades turcas han decretado un toque de queda de cuatro días del 23 al 26 de abril en 31 provincias turcas para impedir que se propague el virus.
Para que sea efectivo, además, el Gobierno turco ha desplegado más de 52.000 efectivos de las fuerzas de seguridad que inspeccionarán mercados, bazares y otras tiendas para comprobar si los ciudadanos y propietarios de comercios están siguiendo las normas de aislamiento y la distancia de seguridad.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo recientemente que las restricciones podrían relajarse a fines de mayo, ya que se “está controlando” la propagación, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS), por el contrario, ha advertido de que Turquía podría enfrentarse una aceleración en los casos de coronavirus.
La pandemia también ha desencadenado batallas políticas en el país. Erdogan ha sacado músculo -en un momento en el que la lira turca sigue cayendo en picado- inaugurando nuevos hospitales preparados para combatir la pandemia. Aprovechando el acto de la apertura de un nuevo centro hospitalario en Estambul, con capacidad para 2.868 camas y 456 unidades de cuidados intensivos, el presidente turco anunció que su país “ha producido 100 respiradores este mes. En mayo produciremos otros 5.000”.
El Gobierno también está construyendo dos hospitales de campaña, cuya finalización coincidiría con el fin de Ramadán, el 23 de mayo, y que se ubicarán en el antiguo aeropuerto de Atatürk y en un aeródromo militar cercano a Estambul, ambos con capacidad para mil camas.
Crisis económica y censura informativa
El gobernante Partido de la Justicia y Desarrollo (PDK) prohibió la venta de mascarillas que son de uso obligatorio y es el Estado quien las reparte gratis a la población. Como telón de fondo está la crisis económica, y el PDK desvía la atención con investigaciones a sus oponentes del Partido Republicano del Pueblo (CHP). De acuerdo con los cálculos del Fondo Monetario Internacional, la deuda puede traducirse en una contracción del PIB del 5% este año. La lira turca roza mínimos históricos en su cruce frente al dólar, en 6,994 liras por cada dólar.
La ultima escaramuza contra los alcaldes de Ankara y Estambul, ambos miembros del CHP, ha sido una investigación abierta por el Ministerio de Interior sobre unas campañas de recaudación de fondos para combatir la pandemia. El mandatario islamista acusó a los alcaldes opositores de pretender crear “un Estado dentro del Estado” y de llevar a cabo una campaña ilegal que excede sus competencias. Con ello, el Gobierno ha bloqueado 6,4 millones de liras [unos 880.000 euros] de las cuentas del CHP.
Erdogan, que tiene monopolizado el poder, ha intentado atar en corto a los opositores con arrestos y el control de las redes sociales, pero el proyecto de ley se archivó para atender únicamente la emergencia sanitaria. No obstante, pocos médicos independientes, periodistas o abogados se atreven a hablar libremente de la situación sanitaria en Turquía. De hecho, el monopolio de la información “se ha convertido en la manera de gobernar Turquía”, dijo a LA RAZÓN una fuente anónima de la Asociación de Médicos de Turquía.
De hecho, la Asociación de Médicos criticó al Ministerio de Sanidad por no facilitar cifras del personal médico contagiado y solicitó la realización de más pruebas a los trabajadores sanitarios en un país en el que han muerto al menos 24 profesionales de Salud por Covid-19 y otros 3.474 resultaron infectados. “Sabemos que hay muchos más casos y más muertes de los que dice el Ministerio y que no se están haciendo suficientes test”, denunció otra fuente médica.
Para el abogado Hurrem Sonmez, la pandemia podría ser usada como una oportunidad por Erdogan. “Existe una seria preocupación de que la situación pueda ser mal utilizada por este Gobierno", advirtió. “La sociedad y la oposición son más débiles debido a la pandemia”, lamentó Sonmez
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