Acuerdo

Tres días para evitar un Brexit duro en Gibraltar

La ministra de Exteriores asegura que trabaja para lograr un acuerdo que evite que el Peñón sea frontera exterior

Las imágenes de camiones varados en los arcenes y transportistas atrapados en las carreteras por el cierre de la frontera entre Francia y Reino Unido en la víspera de Nochebuena es lo que quiere evitar por todos los medios que suceda el Gobierno español el próximo 1 de enero de 2021 en la frontera con Gibraltar. Con la luz verde al acuerdo de divorcio entre Bruselas y Londres y la confirmación de que Gibraltar queda fuera, España trabaja contrarreloj para cerrar un acuerdo bilateral con Reino Unido que ofrezca garantías a los ciudadanos a ambos lados de la Verja.

En un encuentro telemático con periodistas para valorar el acuerdo, la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, aseguró en una pregunta de LA RAZÓN que España trabaja para lograr «antes de fin de año» un acuerdo con Londres sobre el Peñón, teniendo en cuenta que el objetivo es que haya «la máxima fluidez posible» de personas y vehículos y señaló que no hay «plan B». Es decir, sin acuerdo, volvió a repetir la jefa de la diplomacia española, Gibraltar será una «frontera externa» de la UE y, por tanto, «habrá muchos más controles, tiempo de espera, colas y costes para empresas y ciudadanos».

Recordó que Gibraltar quedó excluido «expresamente» del acuerdo y que la Comisión Europea permanece al margen del diálogo sobre este punto. «Solo actuará si España se lo pide», sentenció. Fue entonces cuando se mostró optimista de cara a rubricar una acuerdo bilateral ya que, según dijo, ambos países continúan negociando. «Por España, no va a ser», afirmó, al tiempo que reconoció que sería «una verdadera lástima» que se aplicara un Brexit duro en Gibraltar. Solo quedan tres días para evitar que así sea.

Sobre las líneas rojas, escollos o diferencias en la negociación, mantuvo silencio absoluto, dejando en el aire algunas incógnitas respecto a la futura relación entre ambos países. No quiso aclarar si el acuerdo que se negocia con Londres supondría la inclusión de Gibraltar en el espacio Schengen o si habría presencia policial española o de Frontex en los puntos de entrada de viajeros a la colonia, es decir el aeropuerto y el puerto. Lo que sí aseguró es que, si finalmente no hay acuerdo, correspondería a España vigilar esa frontera con todos los medios de los que dispone. No en vano, Gibraltar se convertiría en la frontera con la Unión Europea con todas las consecuencias. Ser «país tercero» significa que los ciudadanos de Gibraltar dejarían de tener acceso a la Seguridad Social española, quedarían fuera del espacio aéreo europeo, necesitarían un reconocimiento específico del carnet de conducir y del seguro de sus vehículos, etcétera, detalló la ministra, quien apuntó que «no estamos inventando nada nuevo, es lo que ocurre con un país tercero». Además, será preciso establecer controles policiales, fitosanitarios y de seguridad en las mercancías de los más de 200 camiones que cada día cruzan entre Gibraltar y el Campo de Gibraltar.

Quienes estarán excluidos de estos controles son los trabajadores transfronterizos que viajen entre Gibraltar y España que estarán exentos de controles fronterizos después del Brexit, incluso si no se llega a un acuerdo independiente con Reino Unido. Los demás viajeros necesitarán sellar el pasaporte para cruzar la frontera, tal y como sucedía hace unos años cuando se viajaba desde España a Portugal o Francia.

Sobre el acuerdo con Reino Unido, la titular de Exteriores lo valoró «muy positivamente» en términos generales, pese a que «no es tan ambicioso como hubiese gustado». En este sentido, le sorprende la salida de Reino Unido del programa Erasmus. No en vano, son muchos los jóvenes españoles que apostaban por este programa para aprender inglés. Hasta ahora, solo tenían que planteárselo, pero a partir del 1 de enero de 2021 tendrán que conseguir un visado que les permita vivir más de 90 días seguidos en Reino Unido.

Por otro lado, se mostró satisfecha por los compromisos logrados en pesca, transporte o energía. «Tenemos una base sobre la que construir una nueva relación con Reino Unido», subrayó, reconociendo la «unidad» mantenida por los Veintisiete durante el largo proceso de negociación que ha durado cuatro años.

«La soberanía del peñón es irrenunciable»

Las negociaciones entre Madrid y Londres se producen en medio de «un gran desacuerdo» sobre la soberanía de Gibraltar, una «pretensión irrenunciable de España», subrayó ayer la ministra de Exteriores Arancha González Laya, dejando clara la posición española. Considera que las negociaciones pueden resolverse favorablemente «sin renunciar a nuestra pretensiones relativas a la soberanía: podemos acordar estar en desacuerdo sobre soberanía, sin que sea un obstáculo».