Alemania

Merkel defiende en el Bundestag la extensión del cierre total

La canciller alemana da la cara y se enfrenta a las críticas de la oposición

La canciller alemana, Angela Merkel, durante el debate de este jueves en el Bundestag
La canciller alemana, Angela Merkel, durante el debate de este jueves en el BundestagCLEMENS BILANEFE

Desde la llegada de la pandemia, el principal objetivo de Angela Merkel fue transmitir confianza a los ciudadanos aunque advirtiendo, al mismo tiempo, contra su exceso. Un acto de malabarismo que la canciller lleva practicando desde hace más de un año a la vez que dirige a su país “a través del desastre”, tal y como aseguró este jueves en el Parlamento tras prolongar las restricciones hasta el 7 de marzo, ante el temor de las nuevas mutaciones.

No obstante, Merkel sabe que la paciencia es finita y a los meses de confinamiento en los que está sumida Alemania hay que sumar las más de 60.000 muertes por corona en el país. Un binomio que provocó que en el Bundestag saltaran las chispas. “Lo que acordamos es adecuado, necesario y proporcionado. Sigue sin haber una medida más suave que la de minimizar los contactos de manera consecuente para llevar la evolución de contagios de manera sostenible a un nivel controlable”, aseguró la canciller.

Unas palabras que no convencieron a la oposición y principalmente a los diputados del partido populista Alternativa para Alemania (AfD). La líder de este grupo xenófobo, Alice Weidel, acusó al Gobierno federal no solo de hundir a los ciudadanos en la depresión y en la soledad, sino de dejar un “rastro de devastación” en el mercado laboral. No quedó ahí la reprimenda. Weidel también acusó a Merkel de “una puesta en escena vergonzosa” y “una demostración de la arrogancia del poder”.

Para AfD la decisión del Gobierno es inconstitucional y su líder agregó que “no es el virus quien priva a toda una generación de sus oportunidades educativas”, sino las “políticas equivocadas” de la canciller.

En esta línea, Merkel admitió que para los centros educativos y guarderías, que permanecen cerrados desde el pasado 16 de diciembre, hubiera deseado que la decisión de reabrirlas se basara también en la incidencia, pero en este punto finalmente accedió a dejarlo al criterio de cada “Land”. Así, las escuelas podrán volver gradualmente a las clases presenciales antes del 7 de marzo, mientras que las peluquerías podrán reabrir a principios de ese mes.

Merkel admitió errores. En su opinión, se subestimó la segunda ola y reconoció que, desde el inicio de la campaña de vacunación, se han cometido muchos errores aunque volvió a defender la “vía europea” para la negociación, la adquisición y el reparto de vacunas contra la covid-19. La líder se refirió también a los grandes “errores” en la gestión de la pandemia y que no se reaccionara de manera suficientemente cautelosa y rápida en los inicios de la segunda ola, ni se decretara con suficiente antelación un parón de la vida pública.

La oposición no escatimó en críticas. El líder del grupo parlamentario de La Izquierda, Dietmar Bartsch, calificó de inaceptable que el Bundestag solo sea informado después de las resoluciones y el líder de los liberales del FDP, Christian Lindner, pidió una mayor participación parlamentaria. Al mismo tiempo, enfatizó ante el gran agotamiento de la sociedad. “Mucha gente esperaba algo más que un nuevo corte de pelo”, agregó.

Por otra parte, Merkel volvió a alertar de las mutaciones de coronavirus -la británica, la surafricana y la brasileña- “notablemente más agresivas” y presentes ya en el país, y consideró que “tarde o temprano se impondrán y desplazarán al virus original”, como ya ha ocurrido en otros países europeos, con consecuencias “dramáticas”.