Estados Unidos
El gobernador de California supera el pulso de los republicanos
Alivio en la Casa Blanca por la victoria de Gavin Newsom en el voto revocatorio
Enfocadas en poner punto y final al mandato del gobernador demócrata en el estado de California, las elecciones de destitución de Gavin Newsom salieron adelante por iniciativa republicana con la excusa de su gestión de la pandemia, pero todos sabían que el fondo de la cuestión era otro. Sacar al gobernador del poder un año antes de que finalizara su mandato se convirtió en el único objetivo de los conservadores, descontentos con las fuertes restricciones impulsadas por Newsom para frenar la ola de contagios de Covid-19.
Lo cierto es que California ha sido, durante largos meses de pandemia, uno de los estados con mayores restricciones en Estados Unidos. Los mandatos de mascarilla obligatoria, distanciamiento social, cierres de escuelas y vacunas para los espacios interiores dejaron descontentos a la minoría conservadora del estado, que trató sin descanso de utilizar ese argumento para revocar al gobernador.
Pero los demócratas se lo han tomado personal y el propio presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris ha participado, públicamente y en persona, en varios eventos de la campaña electoral en California para apoyar la candidatura de Newsom y mantener al demócrata en la oficina de gobernación.
“California, hoy es el día de las elecciones. En nombre de la población de todo EEUU, no des nada por sentado. Si deseas votar en persona, asegúrate dónde votar. Si ya has votado, asegúrate que tus familiares y amigos votan. Vota NO a la destitución”, publicó ayer el presidente de EEUU en sus redes sociales.
Todo esfuerzo ha sido poco, incluso con mensajes de Newsom publicados en español (“Vote NO”, escribió el gobernador en Twitter) para conquistar a una mayoría hispana del electorado, cuando recientes encuestas realizadas en el estado de la Costa Oeste muestran que el principal tema de preocupación de los votantes es la pandemia.
Cuando, en primavera de este año, los datos de casos de COVID19 en California demostraron que no había tanta diferencia respecto a Florida y Texas, dos de los estados más afectados del país, la popularidad de Newsom cayó en picado. Pero él no desistió y su insistencia por mantener la postura política como gobernador lo más cerca posible de las recomendaciones de expertos y autoridades sanitarias le acabó dando la razón.
Su gestión de la mayor crisis sanitaria de la historia reciente hizo que, pocos meses después y tras una intensa campaña de vacunación, los resultados del virus en su estado le beneficiaran. En las dos últimas semanas, el número de casos de coronavirus y las hospitalizaciones en California han ido disminuyendo hasta situarse muy por debajo de la media del país. Por otro lado, las tasas de vacunación han aumentado drásticamente, demostrando que la variante Delta ha sido especialmente contagiosa entre los no vacunados.
La papeleta del referendum vinculante habilitado en estas atípicas elecciones planteaba dos cuestiones al votante. En la primera, se debía contestar “sí” o “no” a la pregunta: “¿Se debe destituir a Gavin Newsom de la oficina del gobernador?”. En caso afirmativo y ya en la segunda de las preguntas dirigidas al electorado, los votantes debían responder a la propuesta de “Candidatos para sustituir a Gavin Newsom si se le destituye”.
Si más del 50% de los votantes hubiera contestado que “sí” en la primera pregunta, el gobernador demócrata hubiera sido destituido de su cargo y, de los 45 candidatos activos en la lista para gobernar, quien más votos hubiera obtenido, sin importar la mayoría ni la cantidad exacta, se hubiera convertido en el nuevo gobernador desde octubre y hasta el final del mandato del Newsom el año que viene.
Los republicanos han visto frustrados sus intentos de ganar terreno político en uno de los estados clave y con más electores presidenciales impulsando un referéndum contra el gobernador demócrata por esa misma gestión de la pandemia. De hecho, su principal oponente republicano, Larry Elder, prometió cancelar todos los mandatos para evitar la propagación del COVID19 impuestos por Newsom desde su primer día en el cargo si era elegido.
Pero Newsom ganó ayer de manera aplastante el referendum republicano. Los votantes californianos rechazaron su destitución del cargo de gobernador por un margen de 64% frente al 36% restante, cifra que puede cambiar ligeramente a medida que continua los próximos tres días el recuento de votos, sobre todo aquéllos efectuados por correo, pero la clara victoria del demócrata ya ha sido confirmada.
Con las elecciones de destitución de California, el Partido Demócrata ha ganado un pulso electoral clave para la carrera bipartidista hacia las próximas elecciones de mitad de mandato, previstas para noviembre de 2022, en las que los rivales políticos se juegan obtener la mayoría de ambas Cámaras de EEUU y, con ello, impulsar sus propias normas y consolidar su poder de cara a las elecciones presidenciales de 2024.
Las elecciones revocatorias de ayer en California no sólo suponen una victoria para el reforzado gobernador Gavin Newsom en particular y para los demócratas en general, sino que también se han convertido en un indicador de la dirección política del país en una primera toma de contacto electoral desde que el presidente Joe Biden tomara posesión de su cargo.
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