Plan "casi perfecto"

La historia del abogado que planeó su propio asesinato para que su hijo cobrara una gran cantidad de dinero

El letrado admitió ser culpable del plan con el que acabarían matándolo, ya que creía que si se suicidaba, su hijo no podría cobrar el seguro de vida

-FOTODELDÍA-Copenhague (Denmark), 13/06/2021.- Un ramo de flores en la entrada del Hospital de Copenhague donde está hospitalizado el jugador de la selección nacional de fútbol de Dinamarca, Christian Eriksen. EFE/EPA/Thomas Sjoerup DENMARK OUT
-FOTODELDÍA-Copenhague (Denmark), 13/06/2021.- Un ramo de flores en la entrada del Hospital de Copenhague donde está hospitalizado el jugador de la selección nacional de fútbol de Dinamarca, Christian Eriksen. EFE/EPA/Thomas Sjoerup DENMARK OUTThomas SjoerupEFE

Un suceso digno de una película. Una mujer y su hijo fueron asesinados en junio cerca de su casa en la ciudad de Carolina del Sur, de Estados Unidos. El fallecido, Paul Murdaugh, de 22 años, presentaba cargos penales derivados de un incidente de 2019, cuando mató a una mujer en un accidente de bote mientras iba borracho. Nadie presentó cargos contra los asesinatos de él y de Margaret, su madre, de 52 años. Ni siquiera Álex, padre y marido de las víctimas, abogado y protagonista de esta historia.

Álex Murdaugh es un prestigioso letrado de Carolina del Sur de 53 años. Descendiente de tres generaciones de abogados de una región de cinco condados del estado, siguió el legado de su padre, su abuelo y su bisabuelo.

Su historia salió a la luz cuando, una tarde, fue disparado en la cabeza y tuvo que ser ingresado en el hospital con “heridas superficiales”, según reveló la policía, sobreviviendo milagrosamente al incidente y del que, en principio, parecía un hecho fortuito. No obstante, el responsable del suceso no fue más que él, pues pidió a su ex cliente, Curtis Edward Smith, de 61 años, que le matara, con el objetivo de que su único hijo vivo pudiera cobrar la póliza del seguro de vida por valor de unos 10 millones de dólares.

Originalmente, los abogados de Murdaugh afirmaron que estaba cambiando una llanta cuando un asaltante no identificado le dispararon, aunque Murdaugh admitió que fue él quien ideó el plan, con que creía que si se suicidaba, su hijo Buster no podría cobrar el dinero del seguro.

“Fue un intento, por su parte, de hacer algo para proteger a su hijo”, dijo Dick Harpootlian, representante de Murdaugh, a la cadena NBC. El abogado sufría una “profunda depresión”, pues estuvo ingresado durante varios días haciendo rehabilitación y no lograba desengancharse de la oxicodona tras la muerte de su esposa e hijo en julio y de que, la misma semana, su padre muriera de cáncer. Además, a principios del mes de septiembre, tuvo que renunciar a su puesto de trabajo porque se descubrió que estaba involucrado en la apropiación indebida de fondos por millones de dólares, los cuales habría utilizado para financiar una adicción a los opioides.

La policía no ha sugerido en ningún momento que Alex Murdaugh estuviera involucrado en los asesinatos de Paul y Margaret. Su abogado también ha hecho hincapié en que no tuvo nada que ver con sus muertes: “Está totalmente angustiado, estoy seguro de que él no los mató”.

Por el momento, las autoridades no sospechan de posibles sospechosos de los asesinatos, aunque afirmaron que Paul sufría amenazas desde hace bastante tiempo. Los hermanos de Álex, Randy y John aseguraron que la familia no tenía enemigos.

Un caso que podría tener relación con otros

Pero este caso solo es una continuación de otras muertes que parecen guardar relación y que la policía está investigando. La muerte de su ama de llaves en 2018 y la de un joven en 2015.

Gloria Satterfield, de 57 años, fue encontrada muerta hace tres años, aunque su muerte nunca fue reportada a la oficina forense y a la mujer tampoco le hicieron autopsia, así que la muerte fue registrada como natural. Por su parte, el joven, Stephen Smith murió con 19 años. Su muerte se pensó que fue a causa de un tiroteo, pero más tarde, se abrió la hipótesis de que podría tratarse de un posible atropello y fuga.

La Policía todavía no ha comunicado la relación que guarda el caso de Murdaugh con el del joven fallecido hace seis años, pero les ha hecho reabrir el caso.