Catástrofe
“Es una tragedia inimaginable”: Una ola de tornados azota seis estados con un centenar de muertos en EEUU
El impacto de las tornados dejó a su paso un balance de al menos 50 víctimas mortales durante las primeras horas, aunque “el número total de muertes podía ser mucho mayor, entre 70 y 100″
El estado de Kentucky sufría, la noche del viernes, “el tornado más severo de su historia”, según confirmaba el gobernador Andy Beshear, tras el paso de fuertes tormentas que arrasaron más de 400 kilómetros de destrucción al cruzar por media docena de estados del país y dejando atrás insólitas imágenes de devastación e irreparables daños personales y materiales.
El impacto de las tornados en la zona del medio Este de Estados Unidos dejó a su paso un balance de al menos 50 víctimas mortales durante las primeras horas, aunque “el número total de muertes podía ser mucho mayor, entre 70 y 100″, reconoció el gobernador Beshear, que declaró el “Estado de Emergencia” la mañana del sábado, poniendo en marcha todos los recursos necesarios para afrontar las graves consecuencias de la tragedia.
El inesperado temporal afectó a un total de seis estados del país: Arkansas, Illinois, Kentucky, Tennesse, Misuri y Misisipi, según el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos, llegándose a desplazar con fuertes rachas de viento de hasta 365 kilómetros por hora. Viviendas, negocios, infraestructura y paisaje, todo quedó a su paso reducido a escombros.
Aunque el estado más golpeado fue, con diferencia, Kentucky. El diciembre más mortífero registrado en el récord de tornados del país dejó localidades enteras arrasadas por los múltiples fenómenos meteorológicos desde la noche del viernes, especialmente la zona de Mayfield, una pequeña población de menos de 10.000 habitantes situada al suroeste de Kentucky.
Más de 110 empleados se encontraban en el interior de una fábrica de caramelos, que quedó totalmente destruida, mientras trabajaban a pleno rendimiento en una de las épocas, la navideña, más solicitadas del año para los dulces. “Mi corazón está roto”, dijo conmocionada Kathy O´Nan, la alcaldesa de Mayfield, en una entrevista telefónica con CNN. “Veremos lo mejor de la gente de esta ciudad”, añadió desde el lugar de coordinación de las labores de rescate.
“Es lo más espantoso que he experimentado en mi vida”, contó a la misma cadena Kyana Parsons-Pérez, una superviviente de la fábrica de Mayfield. “Extremadamente espantoso”, añadió, al explicar que tuvo que refugiarse bajo los escombros junto a otras personas que la ayudaron a salir. “No me podía mover. Llamé a mi madre, llamé al 911″ para alertar a los servicios de emergencia de la cantidad de personas que se encontraban atascadas en el interior. “Dile a mi familia que la quiero”, le gritaban algunos compañeros entre los amasijos, bajo la destrucción, cuyas voces pedían desesperadamente ayuda.
No pudieron rescatar a nadie más pasadas las 3 de la madrugada, según confirmó el gobernador de Kentucky al día siguiente, mientras todos los recursos seguían puestos en marcha para atender al mayor número posible de personas afectadas.
Mucha gente se pasó la noche en vela buscando a sus seres queridos. Un hombre cuya mujer trabaja en la fábrica, explicó entre lágrimas de angustia y desesperación que llevaba más de doce horas buscándola. “He estado toda la noche buscándola, en hospitales de la zona, por todas partes”, dijo su marido. Jeanine Williams, con quien lleva casado 30 años y tienen hijos y nietos, tenía turno de noche en la fábrica de caramelos.
La Policía de varios estados afectados confesaba, durante los rescates, estar viendo situaciones a las que nunca se habían enfrentado antes. Con la Guardia Nacional activada recorriendo las calles arrasadas por los tornados y los servicios de emergencia trabajando a contrarreloj para salvar a las víctimas de la tragedia, tratando de identificar las necesidades más inmediatas, la del viernes también fue una noche muy larga para los familiares de cientos de personas desaparecidas.
También hubo muertes confirmadas en otros estados colindantes, después de que el techo de una nave industrial se derrumbara en un almacén de la empresa Amazon en Illinois, dejando a docenas de empleados atrapados bajo los escombros. El impacto de los tornados dejó al menos otras dos víctimas mortales en Arkansas, una de ellas al destruirse buena parte de una residencia de ancianos con más de medio centenar de ellos en sus interior. Otras tres personas morían en el estado de Tennesse por el fuerte impacto de las tormentas, donde también dejó desoladoras imágenes de destrucción.
El gobernador de Arkansas, Asa Hutchinson, destacó que a pesar de las dos muertes por las tormentas en su estado, afortunadamente la “pérdida de vidas no fue tan alta” como en otros, pero sí cuantiosos los daños materiales, para los que solicitó “asistencia federal” urgente al haber quedado “totalmente destrozadas” cientos de viviendas de ciudadanos por el drástico vendaval.
El presidente de EEUU calificó los acontecimientos de “tragedia inimaginable” por la pérdida de más de un centenar de vidas tras el paso de los tornados por media docena de estados del país. La Casa Blanca confirmó, a través de un comunicado, que Biden “ha ordenado que los recursos federales se incrementen de inmediato en los lugares donde existe mayor necesidad de aliviar el sufrimiento de las devastadoras consecuencias de esas tormentas”.
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