Violencia

Palizas y oraciones secretas: la persecución a los cristianos en la Navidad hindú

Desde la década de 1930, los cristianos han sido objeto de ataques atroces y se les ha acusado de convertir a los más pobres

Feligreses cristianos indios tocan una figura del Niño Jesús durante la misa del día de Navidad en la basílica catedral de Santhome (santo Tomás)en Chennai, en la India, este sábado, 25 de diciembre
Feligreses cristianos indios tocan una figura del Niño Jesús durante la misa del día de Navidad en la basílica catedral de Santhome (santo Tomás)en Chennai, en la India, este sábado, 25 de diciembreIDREES MOHAMMEDAgencia EFE

En medio de la creciente intolerancia y violencia contra la minoría cristiana de la India, varios actos navideños fueron objeto de ataques por parte de grupos enfurecidos de la derecha hindú, que alegaron que los cristianos utilizaban estas festividades para obligar a los hindúes a convertirse a su religión. En los últimos tiempos, el acoso a esta comunidad religiosa en torno a la Navidad ha ido en aumento, pero este año se ha producido un notable incremento de brutalidad.

En el último de una serie de incidentes de gran ferocidad, una estatua de Jesucristo ubicada en la entrada de la Iglesia del Santo Redentor de Ambala, en Haryana, sufrió un acto de profanación por parte de un grupo de extremistas. En Assam, Gurugram y Agra se han producido igualmente asaltos de este tipo durante estos días festivos.

El arzobispo católico de Bangalore denunció esta campaña de odio y afirmó que es difícil ser cristiano en el que fuera un estado seguro, Karnataka. Este sentimiento es compartido por un gran número de líderes cristianos indios en toda la nación, incluyendo figuras veneradas.

Mientras tanto, en Agra, el secretario general regional Ajju Chauhan, del Rashtriya Bajrang Da, acusó a los misioneros cristianos de utilizar la Navidad como una oportunidad para difundir el cristianismo, recurriendo a la distribución de regalos a través de Papá Noel para atraer a niños y pobres hacia su religión.

En Gurugram, unos hombres que reivindicaban ser activistas de derechas avasallaron los locales de una iglesia de Pataudi en Nochebuena e interrumpieron las oraciones. Un vídeo, que se ha hecho viral, mostraba a unos hombres entrando con furor en la iglesia el jueves por la tarde y lanzando consignas de “Jai Shree Ram” y “Bharat Mata Ki Jai”.

Sólo este año se han producido más de 300 ataques con ensañamiento contra cristianos en todo el país, además de un constante acoso de las autoridades gubernamentales con uno u otro pretexto. Los extremistas también interrumpen habitualmente los servicios durante el culto con sus cánticos supremacistas y estos no son fichados ni detenidos.

En octubre de este año, el jefe del partido de extrema derecha Rashtriya Swayamsevak Sangh (RSS), Mohan Bhagwat, expresó su preocupación por las “conversiones religiosas” que distorsionan la demografía de la India, especialmente en los estados del noreste del país, donde los cristianos son mucho más numerosos que en el norte o el centro.

Ese mismo mes, el primer ministro Modi visitó el Vaticano y se reunió con el Papa Francisco, invitándole a viajar a India. Más tarde, mientras se dirigía a un mitin político en Goa, el primer ministro recordó su encuentro con el Papa y se jactó de que él mismo había descrito la invitación como el “mayor regalo” que había recibido.

Estas declaraciones no han servido para frenar los crecientes ataques contra los cristianos en Madhya Pradesh, Chhatisgarh, Karnataka y Uttarakhand. Grupos de derechos humanos han denunciado los incidentes, en los que se producen actos de vandalismo en iglesias y se apalea a pastores. Quemando literatura, atacando escuelas cristianas y agrediendo a los fieles, los grupos parapoliciales, con la policía como cómplice en la mayoría de los casos, han dificultado la asistencia de los fieles a las iglesias o la celebración de la Navidad, allí donde se encuentran dispersos y en pequeño número en la India rural.

Los líderes del RSS y del BJP han asegurado que no se oponen a la conversión, que es un derecho constitucional. Defienden que a lo que se oponen es a la conversión de los pobres a través de “seducciones” o por los matrimonios interconfesionales. En consecuencia, incluso si un pastor comparte una taza de té con alguien o le compra un helado, es probable que sea procesado en la Nueva India del primer ministro Modi.

Por qué los hindúes se convierten al cristianismo

Durante casi un siglo, desde la década de 1930, los cristianos han sido objeto de ataques atroces y se les ha acusado de convertir a los más pobres. Aunque los misioneros del siglo XIX convirtieron a un gran número de pobres, el cristianismo en la India tiene 2000 años de antigüedad.

Los hindúes, sobre todo las castas bajas, abrazan el cristianismo o el islam debido al regresivo sistema de castas hindú (Varna, averna, saverna). No hay conversiones forzadas, aunque varios estados han prohibido las coercitivas.

Asqueados por el extremismo religioso-económico, cada vez más personas, incluidos los Dalit (oprimidos), se convierten a esta religión, una comunidad sin clases. A estos no se les permite entrar ni siquiera en los templos hindúes de alta casta. Algunos han sido asesinados a las puertas de los templos por atreverse a pisarlas.

Según las cifras religiosas del Informe del Censo de la India, 24 millones de cristianos constituyen el 2,3% de la población total del país, que es de 1.028 millones. Esta incluye 14 millones de dalits cristianos. Se trata de miembros hindúes, Sijs y budistas de castas “intocables” que se convierten al culto. Los “intocables” (Sudra) son la comunidad más olvidada de la nación.