Represión

Hong Kong arresta al cardenal católico Joseph Zen por su apoyo a las protestas de 2019

Zen, muy crítico con China, ha sido detenido en el aeropuerto. La Santa Sede, “preocupada”

El arzobispo retirado de Hong Kong, el cardenal Joseph Zen, en una imagen de 2019
El arzobispo retirado de Hong Kong, el cardenal Joseph Zen, en una imagen de 2019Kin CheungAgencia AP

El principal azote católico del régimen chino, el cardenal chino Joseph Zen, de 90 años, fue arrestado en la noche del miércoles en Hong Kong, de donde es arzobispo emérito. La detención del purpurado nacido en Shanghai tuvo junto a la parroquia donde reside e interrogado durante varias horas en la comisaría de Chai Wan, para posteriormente ser puesto en libertad bajo fianza con retirada del pasaporte incluida.

¿El motivo? Su vinculación a la Fundación de Ayuda Humanitaria 612, una plataforma de la que es su principal promotor y creada para respaldar económica, psicológica y jurídicamente a quienes sufrieron represalias por promover las masivas de junio de 2019. Estas protestas, las más multitudinarias de la historia de la ex colonia china, llevaron a la población a echarse a las calles para intentar frenar un proyecto de ley de extradición que facilitaría el trasvase directo de Hong Kong a Pekín a cualquier opositor público a los planes de Xi Jinping.

Junto a Zen, también fueron arrestado y liberados la abogada Margaret Ng, la cantautora Denise Ho y el profesor universitario Hui Po-keung. Los cuatros son los administradores de esta entidad junto a Cyd Ho Sau-lan, un activista que ya cumple condena en prisión de 14 meses, precisamente por su activismo en defensa de los valores democráticos. A todos ellos se les acusa de “confabulación con fuerzas extranjeras ”a través de la Fundación 612, un delito que precisamente nació de la mano de la nueva Ley de Seguridad que Pekín impuso de manera velada a Hong Kong en junio de 2020 como respuesta a las manifestaciones del año anterior con la vista puesta en acallar cualquier tipo de disidencia

La contundencia de la nueva normativa es tal que, en el caso del delito del que es acusado el cardenal, le podría llevar a ser condenado a cadena perpetua. De hecho, la entidad que abandera el purpurado se tuvo que disolver hace meses precisamente a golpe de esta reforma legislativa, después de que la policía hongkonesa exigiera la entrega de informes operativos de la plataforma y exigiera a sus impulsores que dieran a conocer el origen de sus fondos, sus donantes y beneficiarios. Tras la negativa de desvelar estos datos, se habría producido la cuádruple detención de esta semana.

Tras el suceso protagonizado por el cardenal, la Santa Sede manifestaba su “preocupación”, en boca de su portavoz, Matteo Bruni. Sin querer entrar en detalles, desde Roma se limitaron a decir que “siguen muy de cerca la evolución de la situación”. Y es que, Zen es uno de los purpurados más conocidos de la Iglesia, sobre todo por su oposición frontal al acercamiento y los acuerdos firmados entre China y el Vaticano, puesto que considera que Francisco ha claudicado ante los intereses del régimen comunista. En sus ataques directos a la Secretaría de Estado Vaticana, llegó a acusar al actual ‘primer ministro’ vaticano, Pietro Parolin, de promover una “Iglesia cismática” y de “manipular al Papa”. Estas críticas llevaron al Vaticano a desautorizarle en varias ocasiones, a pesar de lo cual, el pontífice argentino le habría recibido en audiencia para escuchar sus demandas. No en vano, el nonagenario arzobispo ha sufrido en primera persona desde la ex colonia los ataques directos y velados de China a los derechos humanos.

Quien sí ha querido intervenir directamente en la cuestión ha sido Estados Unidos, a través de su coordinador del Indo-Pacífico, Kurt Campbell, que lanzó una alerta de la Casa blanca por “los pasos que se están dando en Hong Kong para reprimir y eliminar a la sociedad civil”.