Defensa

El caza de quinta generación chino J-20, único supercrucero del mundo en producción

De los aviones furtivos, ni el F-35 ni el Su-57 tienen esa capacidad actualmente y el F-22, que sí la tiene, se dejó de fabricar hace más de una década

Ahora que se habla tanto del caza estadounidense F-35 y de su posible compra por parte de España para sustituir a los F-18 del Ejército del Aire, así como del Su-57 ruso, el otro avión de quinta generación, muchas veces nos olvidamos del J-20A, el único caza futivo en producción capaz de alcanzar velocidad de supercrucero (capacidad de un avión para mantener el vuelo supersónico, a plena carga, de forma eficiente y sin usar postquemadores).

Aunque en un principio este aparato estuvo propulsado por motores rusos, los J-20 producidos a partir de mediados de 2019 comenzaron a usar motores WS-10C “made in China” que le permiten volar supersónicamente durante períodos prolongados sin utilizar dispositivos de poscombustión.

En la actualidad, del resto de cazas de quinta generación, ni el F-35 estadounidense ni el el Su-57 ruso, tienen esa capacidad supercrucero. De hecho, el F-35 con un solo motor y una menor relación empuje/peso, es uno de los cazas más lentos del mundo, muy por debajo, por ejemplo, del Eurofighter pese a ser un aparato de cuarta generación. En cuanto al Su-57, cuya producción parece haberse acelerado en los últimos meses aunque aún en muy pequeñas cantidades (no llegan a una decena los que están en servicio en la Fuerza Aérea Rusa), aún está impulsado con un motor provisional AL-41. Aunque el fabricante ruso Sukhoi habría intentado que la versión más avanzada del Su-57 incorporara los motores Saturn Izdeliye-30 (previstos inicialmente para 2025), que sí permitiría a este caza alcanzar la velocidad de supercrucero, parece que las prisas han llevado a problemas con el ajuste y los diseñadores han vuelto a recurrir al antiguo Saturn AL-41F1.

En cuanto al F-22, el interceptor más avanzado del mundo, sí que tiene esa capacidad supercrucero, pero se dejó de fabricar a principios de la pasada década. Su elevadísimo coste y la prohibición de que pudiera ser vendido a otros países llevó a su cancelación y, aunque de vez en cuando se abre el melón de una posible reanudación de su producción, parece poco probable que esto ocurra. Se fabricaron apenas 187 aparatos de los 749 inicilamente previstos.

Actualmente, el J-20 opera en la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación de China integrando la primera brigada aérea de Anshan y la octava brgiada Aérea de Chagxing. En ambos casos sustituyeron a cazas más antiguos de cuarta generación como el J-11B o los J-10A. China los ha situado en el Comando Norte, en la zona de operación del Mar de China Oriental, en un escenario en el que podría enfrentarse con las fuerzas estadounidenses en Corea del Sur o Japón.

Llama también la atención el ritmo de fabricación de estos aparatos, en comparación con el F-22 o el Su-57 e, incluso, con el F-35, a pesar de que en este caso se está exportando a otros países y muchas partes se fabrican incluso fuera de Estados Unidos en función de los acuerdos firmados con las fuerzas aéreas que lo adquieren. En el caso del J-20, podrían crearse dos brigadas por año o más. La producción a gran escala se anunció en diciembre de 2021.

El J-20 y su competidor estadounidense, el F-35, se consideran en una liga propia en términos de rendimiento, implementando aviónica avanzada que incluye características como sistemas de apertura distribuida de los que carecen los cazas rivales. De hecho, ambos aviones podrían haberse visto frente a frente sobre el Mar de China Oriental en un incidente confirmado en marzo de 2022 por el Comandante de las Fuerzas Aéreas del Pacífico de EE. UU. el general de la Fuerza Aérea Kenneth Wilsbach.

Vistas del Chengdu J-20 chino
Vistas del Chengdu J-20 chinoLa Razón

Desde su entrada en servicio en el año 2017, el J-20 ha usado un motor provisional ruso AL-31, que posteriormente sustituyó por el motor chino WS-10C, también provisional. Este hecho le ha impedido alcanzar su potencial pleno en diversas misiones. A partir de ahora, el exigente caza chino, también conocido como Poderoso Dragón, utilizará motores de alto rendimiento desarrollados íntegramente en China que acentuarán sus principales logros, como son la maniobrabilidad y el sigilo.

Las pruebas realizadas hasta ahora con el nuevo motor demuestran que el J-20 puede operar en entornos extremos, a gran altitud y bajo temperaturas muy frías y con alta humedad. Así lo explicó Gong Feng, el subjefe de diseño del J-20, quien hace unos días compartió algunas ideas sobre el cambio de motor de producción china, informa The Global Times.

Los motores que ha estado usando el JH-20 hasta ahora no estaban personalizados para el avión por lo que el aparato no pudo obtener el mejor rendimiento. La renovación de este poderoso caza chino no se limita al motor sino que también se ha rediseñado el fuselaje, la estructura, las tuberías, los circuitos eléctricos y los subsistemas, según anunció Gong.

Los ingenieros chinos realizaron pruebas de fiabilidad con éxito para demostrar que los nuevos motores del J-20 pueden volar en regiones a gran altitud, bajo un clima muy frío y con mucha humedad. “Puedo decir con orgullo a todos que el J-20 con los motores chinos lo tiene todo, tanto por dentro como por fuera”, proclamó Gong.

La Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación de China exhibió el J-20 con el nuevo motor chino en la feria Airshow China 2021. El éxito de este desarrollo ha impulsado a las autoridades a acelerar la producción del avión.

Comparativa de tamaña de los cazas J-20, F-22 y T-50 PAK FA
Comparativa de tamaña de los cazas J-20, F-22 y T-50 PAK FACSISCSIS

El Chengdu J-20, un avión monoplaza, realizó su primer vuelo en 2011 y se convirtió en el primer caza furtivo del Ejército chino. Su puesta de largo sorprendió a propios y extraños al presentar un caza de quinta generación que hasta entonces solo había logrado desarrollar con éxito Estados Unidos. Entre sus características destacan su capacidad para alcanzar una velocidad de crucero supersónica.

Algo más ligero que el F-22 Raptor estadounidense y con 20,5 metros de largo, el J-20 está propulsado por dos motores turbofan de poscombustión. Posee compartimentos ocultos para misiles aire-aire más pequeños y también para misiles aire-aire, antibuque y aire-tierra más grandes. Está capacitado para ejecutar acciones de escolta a bombarderos estratégicos y efectuar ataques electrónicos, ya que tiene potencial para disparar misiles antisatélite y dispone además de un sistema de detección electro-óptico pasivo que proporciona una cobertura esférica de 360° alrededor de la aeronave.

En 2014, la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad de Estados Unidos y China describió al J-20 como “más avanzado que cualquier otro caza actualmente desplegado por los países de Asia Pacífico”. El J-20, como otros cazas de quinta generación, están diseñados para vincularse con las redes de defensa nacional, lo que les permite tener acceso a información en tiempo real proporcionada por satélites y vehículos aéreos no tripulados. El J-20, al igual que el F-35, no son tanco aeronaves independientes sino aparatos que forman parte de una “familia de sistemas”.

Una de las últimas novedades que ha presentado el J-20, contada directamente por uno de sus pilotos según recogieron medios chinos este verano, es un sistema de sensor que tiene un diseño similar al sistema de orientación electro-óptico de Lockheed Martin usado en los F-35 Lightning II. Este elemento mejora la conciencia situacional del piloto y permite que las municiones guiadas por láser sean efectivas, ya que aumentan sus capacidades para atacar objetivos terrestres e interceptar a otros cazas.

El J-20 está equipado con un radar de matriz en fase activo aerotransportado que tiene un mayor rango de detección. El uso de este sistema de puntería eléctrico-óptico permite identificar aviones militares extranjeros y hará que el J-20 sea más capaz de hacer frente a los movimientos de los cazas F-22 y F-35 desplegados actualmente en Japón y en Corea del Sur, los dos aliados más importantes de Estados Unidos en esta región asiática.