Japón

Abe promete plantar cara a los misiles de Kim

Reforzado por su victoria, el primer ministro japonés coordina su estrategia con Trump

Shinzo Abe, ayer, en el cuartel general del Partido Liberal en Tokio
Shinzo Abe, ayer, en el cuartel general del Partido Liberal en Tokiolarazon

Reforzado por su victoria, el primer ministro japonés coordina su estrategia con Trump.

Dar una respuesta a la amenaza militar de Corea del Norte y abordar el envejecimiento de la población. Estos dos fueron los principales compromisos que adquirió ayer con sus ciudadanos el primer ministro nipón, Shinzo Abe, tras proclamarse vencedor oficial de las elecciones parlamentarias en Japón con una contundente victoria. El líder del Partido Liberal Democrático (PLD) se hizo una vez más con la mayoría de dos tercios de la Cámara Baja, un triunfo que le permitirá iniciar el proceso para reformar la Constitución pacifista del país.

«Buscaré una diplomacia decisiva y fuerte para abordar los problemas de los misiles, armas nucleares y secuestros de Corea del Norte», declaró Abe en su comparecencia ante los medios. El líder, que calificó su victoria de «histórica», aseguró que el apoyo popular obtenido lo legitimaba para poner en marcha «contramedidas contundentes frente a la amenaza norcoreana» después de que el régimen de Kim Jong Un realizara un ensayo nuclear y disparara en los últimos tres meses dos misiles que sobrevolaron Japón y activaron sus sistemas antiaéreos.

Desde entonces, el temor a un conflicto mayor con el país vecino ha cundido entre una sociedad que ha visto regresar los fantasmas del pasado y ha elegido a Abe como la opción más firme para plantar cara al reino Ermitaño. Precisamente, el líder nipón destacó que, tras una conversación telefónica con su homólogo estadounidense, Donald Trump, ambos acordaron trabajar en qué respuesta dar a Kim cuando el mandatario norteamericano visite Japón el mes que viene. A falta de adjudicar tres asientos, los 313 escaños de los 465 del Parlamento logrados por la coalición de Abe del PLD y el Partido Komeito también le ayudarán a lograr uno de sus grandes objetivos: iniciar la reforma de la Carta Magna, un texto que consideran el legado de la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial en el que el país renuncia al uso de la fuerza en conflictos internacionales y limita las tropas de Japón a la defensa propia. El primer ministro manifestó, a sabiendas de que gran parte de la población nipona se opone a esa medida, que trataría de buscar el «consenso» a la hora de abandonar ese carácter pacifista y dotar al país de un Ejército que también pueda hacer frente a las amenazas de la región.

Envejecimiento nipón

De puertas para adentro, señaló que «el mayor desafío» para su política «Abenomics» –dirigida a la recuperación económica tras décadas de estancamiento– es el de abordar el creciente envejecimiento de la población, un problema que «está avanzando por minutos, y no podemos permitirnos esperar». Para hacer frente a los desafíos demográficos de Japón, prometió un paquete de medidas para antes de final de año que incluya inversiones en educación, mejoras de la productividad y una reforma del sistema de pensiones.

Una política monetaria muy flexible y una controvertida apuesta por la energía nuclear serán parte de las políticas que en la próxima legislatura tratará de implementar un líder que, tras ver caer su credibilidad en verano, aprovechó las desavenencias de sus rivales y un cambio de su Gobierno para, en una jugada maestra, convocar unas elecciones de las que ha salido reforzado. Un espaldarazo que también refuerza sus opciones de ser escogido máximo dirigente del PLD en 2018 y convertirse en el primer ministro con más años al frente del país desde el final de la Segunda Guerra Mundial.