Alerta en la UE ante las lagunas de la lucha antiterrorista en la red

Su coordinador de seguridad propone dotar a Interpol de un ciberlaboratorio para reducir riesgos

La inminente llegada de la tecnología 5G que permitirá el desarrollo del internet de las cosas suscita no sólo temores geopolíticos sino también consecuencias palpables para la lucha contra el terrorismo. Hoy los ministros de Interior de los Veintiocho reunidos en Luxemburo estudiarán un informe realizado por el coordinador antiterrorista, Gilles de Kerchove, en el que alerta de crecientes dificultades para preservar la seguridad. Como solución, Kerchove pide dar un salto adelante para creación de un ciberlaboratorio bajo la batuta de Europol y una estrategia común de los Veintiocho para que los terroristas no puedan aprovechar cualquier resquicio de falta de coordinación y fragmentación de las legislaciones nacionales.

Para Kerchove, «es vital que la UE decida sobre las tecnologías de la información en las que quiere desempeñar un papel líder dentro de los próximos cinco a diez años, y poner en marcha los pasos necesarios para implementar esta visión». Dentro de las medidas propuestas, el informe aboga por que la Unión Europea «recupere la soberanía de sus datos» y recuerda que muchas compañías europeas –sobre todo las de reconocimiento facial– prefieren entrenar sus algoritmos en China ante la relajación de los estándares en el acceso a datos.

Según este texto, es necesario que la UE defina sus propios estándares de acceso a estos datos con el objetivo de que sus propias bases constituyan un activo de cara al exterior y le permitan constituir partenariados con otras potencias. A pesar de que el veto de EE UU a Huawei planea sobre la reunión ante la sospecha por parte de Washington de que el Gobierno chino aprovecha el desarrollo de esta tecnología para el espionaje, el informe no señala a ningún país ni empresa en concreto. Aunque estos temores respecto a Huawei también son compartidos por el ejecutivo comunitario, Bruselas no considera probadas las acusaciones y países como Francia y Reino Unido han decidido seguir colaborando con Huawei ante el peligro de acabar perdiendo este tren.

Para hacer frente a estos desafíos, este informe también propone que la UE dé un salto en la innovación a través de programas de investigación y desarrollo con financiación a cargo del presupuesto europeo y menciona la posibilidad de adoptar el mismo método empleado por la agencia estadounidense (ARPA), organismo que también podría convertirse en ejemplo para la creación de este ciberlaboratorio. El nuevo organismo capitaneada por Europol contaría con el apoyo de la agencia para el control de fronteras Frontex, la agencia para la cooperación de la justicia penal (Eurojust) y la Agencia para la cooperación policial (CEPOL). Este ciberlaboratorio sería el encargado de crear un «lago de datos compartidos» con el objetivo de realizar simulaciones de ciberataques y desarrollar la inteligencia artificial.

Los retos son muchos. En otro informe que data del pasado 6 de mayo, Kerchove alerta de la posible pérdida de valiosos datos en la lucha contra el terrorismo si la legislación europea no actúa. Por ejemplo, el denominado «cifrado de extremo a extremo» permitirá que sólo los usuarios que se comunican puedan leer los mensajes. Con esta nueva herramienta, el número individual asociado a la tarjeta del teléfono móvil también permanecerá encriptado, lo que imposibilitará que las autoridades puedan identificar los dispositivos móviles y la localización de los criminales a través de los conocidos como metadatos. A su vez, los procesos de autentificación de los usuarios más estrictos hará que los pinchazo telefónicos amparados por un una decisión judicial sean fácilmente detectados por los infractores.